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La casa de Daniel

La casa de Daniel

La pasada temporada, dentro de la programación del IVAM se dedicaba una amplia retrospectiva al cómic valenciano contemporáneo bajo el titulo VLC Valencia Línea clara; entre los autores presentes en la mostra figuraba el dibujante Daniel Torres (Teresa de Cofrentes, 1958) uno de los agentes gráficos más activos de la revitalización del género que se inicia en la década de los ochenta. Torres se erige en el principal representante de esa llamada «línea clara» que distingue a algunos cultivadores de la historieta siguiendo la tradición del cómic franco-belga. Ahora, el dibujante vuelve a ser el protagonista de una nueva exposición, esta vez en solitario, que se podrá ver hasta el próximo mes de junio en el IVAM.

La exposición, Caso de estudio. Daniel Torres, toma como referencia la obra La casa. Crónica de una conquista (Norma Editorial), una monumental obra -cerca de seiscientas páginas- que Torres publicó en el año 2015 después de una largo periodo de preparación y, posteriormente, de confección. Prevista en un principio para ser publicada en varios volúmenes, la obra vería finalmente la luz en un solo libro, sobresaliendo en el panorama editorial del cómic editado en España. Como el mismo dibujante señalaba en la presentación, «mediante una estudiada utilización de la narración gráfica he querido contar la historia de la evolución de las cuatro paredes, entre las cuales ha vivido el ser humano». Un interés, el del interiorismo y la arquitectura que el dibujante ya había dejado de manifiesto en muchas de sus obras como uno de sus signos identitarios más distinguidos. Estudiante de Arquitectura -disciplina que abandona por las Bellas Artes- sus interiores y paisajes arquitectónicos ya sean para las andanzas de Roco Vargas o de otros personajes, acaban sobresaliendo por su fuerza plástica y a la vez cuidada documentación en el mundo del cómic de esos años colaborando en su proyección internacional. Torres individualiza la arquitectura haciéndola progresar de un simple fondo o paisaje decorativo a un elemento que marca la actuación de los personajes.

Para la exposición, el dibujante, con la colaboración del especialista Álvaro Pons, ha reunido una selección de cerca de un centenar de dibujos originales y bocetos producidos durante la realización de la obra que permiten ver su proceso creativo, ese detallismo y minuciosidad que caracteriza su trabajo gráfico. Junto a estos dibujos, se presentan completos dos capítulos de la obra uno con el rascacielos como protagonista y el otro, ubicado en ese periodo de utopías que se producen entre las dos grandes contiendas mundiales. La obra original, que ahora se puede ver expuesta, reúne esa combinación de estilos gráficos, con el cómic y la narración como vehículos gráficos, aunando arquitectura, urbanismo, historia, vida cotidiana, sociología y hasta antropología en sus capítulos. «En los tres mi años que abarcan esta historia -señalaba Torres- la casa se ha ido convirtiendo paulatinamente desde un lugar donde refugiarse a una idea, que podríamos decir, casi se ha transformado en un ser vivo». «Contar el porqué ha sucedido esta evolución es la idea de esta obra».

Para esta crónica gráfica de la vida cotidiana, como ya sucedió con la exposición sobre la construcción de las vanguardias históricas celebrada hace dos años, ha colaborado el diseñador y coleccionista Andrés Alfaro Hofmann cediendo algunos de los objetos que componen su colección de diseño industrial, la Colección Alfaro Hofmann, sin duda uno de las mejores conjuntos de esta especialidad en Europa.

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