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La íntima humanidad de lo normal

'Lo normal' es el último libro de Rafael Camarasa (València, 1963) que agrupa diecisiete relatos para componer un gran fresco urbano donde se exponen diecisiete historias sorprendentes, extra-ordinarias, que podríamos integrar en un paisaje cotidiano.

La íntima humanidad de lo normal

Lo normal provoca siempre un conflicto entre expectativas. Ese juicio no proviene tanto de las cosas mismas, como de la perspectiva de quien las observa, de su consideración social, de la capacidad de esos objetos y de esas circunstancias de encajar en un mundo que tiende a engullir en su normalidad todo tipo de vida contingente. Que Rafael Camarasa haya titulado a su última compilación de cuentos precisamente Lo normal (Contrabando 2017) nos muestras hasta qué punto esa pretendida normalidad, esa normalidad enunciada, al destacar su pretendida condición de neutralidad evidencia la mayor de las paradojas: lo normal nunca se nombra, lo normal nunca se hace literatura, lo normal nunca se cuenta. Y sin embargo, los diecisiete relatos que componen este fresco urbano exponen diecisiete historias sorprendentes, extra-ordinarias, que podríamos integrar en un paisaje cotidiano. Nunca sabremos lo que recuerda una mujer con alzhéimer mientras camina desorientada por una calle y un chico con rastas le presta ayuda. No podremos acceder a los pensamientos y ensoñaciones de un hombre que se cruza con nosotros por la acera y que alza la cabeza para mirar la casa de su infancia. Cuál sería el diálogo imposible entre dos botellas de plástico de un supermercado. Qué sensación de agotamiento sentirá el viejo reprógrafo ante las nuevas fotocopiadoras, signo de unos tiempos que avanzan con torpeza y determinación volviéndonos viejos y dejándonos en blanco. Cómo seguirá viviendo ese marido que, tumbado en la cama junto a su mujer, sueña con mapas de territorios remotos y que siente más cerca que el amor.

«No me gusta sentirme un extraño», dice un paciente frente al psicoanalista. Como su hubiera solución, remedio o cura. Los cuentos de Rafael Camarasa, como mandan los cánones, juegan con las expectativas del lector y la sorpresa del último párrafo. Sin efectismos. Con un lenguaje preciso, sano, nada chirriante... casi normal. Iluminando un mundo a través de pocas palabras que se desvían de lo normal para completar los significados de lo absolutamente extraordinario. La literatura mínima se construye a medias con el lector, configurando un mundo cotidiano, normal, en el que se insertan todos nuestros deseos, nuestras frustraciones y nuestras excentricidades. El paisaje urbano todo lo integra en sus calles grises y sus días monótonos. Y sin embargo, el milagro ocurre. El milagro de que llame el marido muerto o de que envíe unos pasajes para París. El milagro de que nuestra amante nos siga queriendo, pese a nuestra fealdad. El milagro de que nuestro hijo marque un gol y en medio del tumulto del campo de fútbol nos dé la enésima oportunidad de querernos, pese a todo. De que Jesucristo viva en un barrio valenciano llamado Nazaret y juegue a la PlayStation y sea un adolescente insoportable.

Camarasa habla de lo extraordinario en los paisajes de lo normal. Su mirada es profundamente humana, entendiendo lo bueno y lo malo que tenemos con nosotros: la enfermedad, el amor que desaparece, la perversión de someter a quien amamos, el íntimo sentimiento de orgullo o de nostalgia o de rabia. Profundamente humano: este es su mayor logro en tiempos de cursiladas y fórmulas repetidas, Nuestras ciudades se construyen con tantas vidas íntimas que, si hablaran, desbaratarían la idea de normalidad que tenemos en la cabeza. Lo normal, de Rafael Camarasa, pretende escuchar esas voces que viven, pese a todos los contratiempos, que albergan un mundo interior, profundo y delicado. Divertido en ocasiones. Doloroso tantas veces. Lo normal, esa amenaza de la nada, parece no existir cuando leemos estos relatos. O mejor: parece revelar que dentro de nuestra normalidad llevamos también nuestra íntima grandeza.

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