Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Chema López: Buenos tiempos para el dibujo

Chema López: Buenos tiempos para el dibujo

Dicen que nunca llueve a gusto de todos, pero toda regla tiene su excepción, y hasta empiezan a parecer buenos tiempos para una disciplina milenaria como el dibujo. Bajo el paraguas del programa Conexiones -una colaboración entre la Fundación Banco Santander y el Museo ABC dirigido a artistas de media carrera en cuya producción el dibujo ocupe un lugar preponderante- se exhibe en una de las salas de este museo La ilusión y el miedo, un sobresaliente proyecto expositivo de Chema López (Albacete, 1969).

El punto de partida en este caso concreto es doble (aunque afloren numerosos antecedentes característicos de su singular trayectoria): la película El cebo de Ladislao Vajda y el libro Arte e ilusión de E.H. Gombrich. Con la precisión del mejor guión de un thriller de suspense y la magia poderosa que encierran algunas obras plásticas cuando se transforman en imágenes, Chema López ha realizado ex-profeso una impresionante serie de 12 dibujos que constituyen el cuerpo central de la muestra. Obras fascinantes que mucho más allá de semejar pruebas de impresión de un libro ficticio cuyo nombre sirve de título de la muestra, son un auténtico tour de force para tensar los límites disciplinares del dibujo gracias a una solidez técnica y una sutileza discursiva que dejan escaso margen al azar y mucho territorio para ver y leer, para pensar y sentir, para aprender y sorprender(se). A destacar el más que cuidado montaje de todas y cada una de las partes. Mientras en las paredes adquieren especial relevancia algunas intervenciones pictóricas directas, en la sala todo gira en torno a esa gran mesa central sobre la que se disponen los dibujos.

Consciente del importante papel relacional que encierra la obra de arte, Chema López ha sabido incorporar pequeños pero significativos detalles que redondean y complejizan esta más que redonda propuesta. Unas monedas de la época, equivalentes al precio de una entrada de cine; dos páginas del periódico ABC, algún cartel anunciador de la película, alguna noticia política? se estiran como hilos argumentales que se entrecruzan hasta entretejer una eficaz trama enla que a buen seguro quedarán atrapados tanto el experto como el aficionado. Haciendo gala de unas excepcionales dotes gráficas y expresivas, Chema López dibuja páginas impresas, fotogramas de película, cuadros expresionistas y hasta una aguada oriental que invita a comprobar si la tinta está todavía fresca. Una vez más, estas piezas certifican la magistral definición de lenguaje poético acuñada por Ferrater Mora en su indispensable diccionario de filosofía: aquél en el que el «qué» es inseparable del «como». Que nadie piense en términos reduccionistas de manualidad, de virtuosismo, de habilidad vacía de contenidos. Hay mucha tela que cortar en este trabajo. Hay mucha miga para alimentar aquello que no pasa precisamente por el estómago pero es capaz, también, de provocar un inquietante hormigueo en ese órgano donde reside, no por casualidad, nuestro segundo cerebro.

En definitiva, una fascinante demostración de la naturaleza iluminadora y perturbadora de las imágenes.

Compartir el artículo

stats