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Los arquetipos y la vida

Desde su exitoso debut literario la narrativa de Zadie Smith (Londres, 1975) se ha caracterizado por afrontar de lleno las relaciones humanas, surgidas de un mosaico de lenguas, costumbres y colores de piel en la multicultural sociedad británica actual.

Los arquetipos y la vida

Zadie Smith admiró al mundo de las letras en 2000 con la publicación de Dientes blancos, que fue entonces considerada como la novela que marcaba el milenio en la literatura británica. La autora era hija de padre británico blanco y madre jamaicana, había estudiado en la Universidad de Cambridge y tenía 25 años; con estas premisas Smith fue aclamada como la promesa literaria del siglo que comenzaba, la obra recibió varios premios y fue aplaudida internacionalmente.

Las tres novelas siguientes, El cazador de autógrafos (2002), Sobre la belleza (2005) y NW London (2012) fueron éxitos menores y Zadie Smith concentró su actividad literaria también en narraciones breves y trabajos críticos. Sus diferentes novelas recibieron varios premios y Smith, profesora de escritura creativa en la Universidad de New York, fue incluida dos veces en la lista de «Los 20 mejores autores jóvenes» de la revista Granta.

Cuando la crítica parecía haber perdido el interés por una Zadie Smith que ya no tenía el brillo de «prodigio» y juventud, la autora sorprende en 2016 con Tiempos de swing, una novela tan sugerente como la primera, En ella, Smith vuelve a los temas que tan bien inscribió en Dientes blancos, las dificultades cotidianas de no ser de raza claramente blanca y la compleja interrelación del mundo multicultural británico contemporáneo.

Tiempos de swing está estructurada, de manera inteligente, en siete capítulos titulados con referencias temporales y, al igual que en su primera novela, la autora utiliza el capítulo central, el cuarto, como punto de inflexión entre los primeros y los últimos, y en el que están las claves explicativas de las motivaciones de los personajes principales. Puesto que se trata de una obra que relata en primera persona la vida de la protagonista, el capítulo cuarto, «Travesía», marca el paso de la infancia y adolescencia a las demandas de la vida adulta.

El eje de la historia gira en torno a la amistad de dos niñas mestizas en un suburbio de Londres y de cómo sus vidas discurren por senderos diferentes, derivados de circunstancias familiares, de decisiones tomadas en un momento concreto, de oportunidades aprovechadas o perdidas y de los cambios sociales y políticos en que se verán envueltas. No obstante, será el amor de ambas por la música y el baile el que vaya pautando el ritmo de la novela, si bien sujeto a la evolución del gusto del público respecto a los movimientos musicales, las películas y el teatro, como respuesta a las nuevas posibilidades tecnológicas.

El componente racial es uno de los temas centrales de la obra. Mientras una de las protagonistas queda atrapada en el espacio marginal del suburbio londinense multicultural, a la narradora se le ofrece la oportunidad de viajar por el mundo y de visitar repetidamente una aldea africana para poner en marcha una escuela para niñas, financiada por una cantante blanca de éxito internacional.

Los ambientes tan diferentes en que se mueven ambas amigas posibilita a Zadie Smith el desplegar sus ideas en multitud de historias secundarias que se van tejiendo alrededor de la trama principal y que nos transmiten la sensación vívida de que persistimos en un pensamiento estereotipado sobre lo que desconocemos realmente e ignoramos las motivaciones diarias que conforman una gran variedad de sociedades que contemplamos como un conglomerado homogéneo.

Smith no elude preguntas fundamentales sobre el Yo, la identidad nacional y racial, los diferentes conceptos de riqueza y pobreza o el sentido de lo que se entiende por amor, amistad, familia o felicidad. La idea fundamental de Tiempos de swing es el hecho, inexplicable pero omnipresente, de que nos conmovamos ante los sentimientos de dos niñas en un piso pequeño de un barrio cualquiera y consideremos, sin pararnos a pensar, que África, por ejemplo, es un espacio unificado y definible en unas pocas frases.

La autora navega fácilmente entre las aguas profundas del desasosiego ético y la vida contemporánea variada y reconocible que nos llega por los medios de comunicación y las redes sociales. Tiempos de swing está abierta tanto a una lectura entretenida como a una reflexión profunda del mundo en que vivimos.

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