Empezó en abril de 1991 como un proyecto personal de un joven estudiante finlandés de 18 años que llevaba meses trabajando en un sistema operativo en sus ratos libres. El 25 de agosto de ese año, Linus Torvalds lanzó en la red un mensaje en el que daba a conocer sus avances y más tarde ponía a disposición de la comunidad el código de su proyecto para seguir avanzando. Hoy, 18 años después, su pequeño trabajo se ha convertido en el buque insignia del movimiento del software libre, o gratuito, y su nombre "Linux" es omnipresente en la informática actual hasta el punto de ser la base de cientos de proyectos del sector y estar instalado en millones de ordenadores de todo el mundo, incluyendo administraciones públicas y empresas.

Aunque existían varios sistemas operativos en el sector basados en Unix, lo cierto es que hasta la llegada de Linux pocos se podían imaginar que con su mayoría de edad, cualquier persona con acceso a Internet pueda hoy en día instalarse de forma gratuita y casi automática un sistema informático completo con herramientas de ofimática y multimedia capaz de competir con los sistemas de Microsoft o Apple.

Pese a que las cuotas de mercado son simbólicas -Linux apenas supone el 1 ó 2% del parque de ordenadores personales, frente el 80% de Microsoft o el 8 ó 10% de Apple-, los movimientos de algunas de las empresas más influyentes del sector apuntan hacia una popularización masiva del sistema adalid del software libre.

Google acaba de anunciar su intención de lanzar un sistema operativo propio, llamado ChromeOS y basado en el núcleo del proyecto de Torvalds. Antes, el buscador ya había hecho lo propio con su sistema operativo diseñado para móviles Android y, por el momento, el sistema avanza comiéndole mercado a Windows Mobile de Microsoft.

Del mismo modo actuó la finlandesa Nokia cuando decidió iniciar a finales de 2007 el desarrollo de un sistema operativo basado también en Linux y diseñado para sus dispositivos llamados "tablet", como en N700.

Una solución para todo

La versatilidad de Linux y la posibilidad que tienen las compañías de utilizar su código fuente para crear sus propias soluciones informáticas convierten a este sistema en candidato para ocupar un puesto destacado no sólo en la informática personal y móvil, sino también en la corporativa y, hasta incluso, oficial.

En España, por ejemplo, varias administraciones autonómicas han apostado por el software libre y, en especial por crear versiones propias de Linux. La Junta de Andalucía y Extremadura fueron los pioneros con sus particulares versiones de Debian, una de las distribuciones más populares del sistema del pingüino. Tras crear Linex -en el caso de Extremadura- y Guadalinex -en Andalucía-, las dos administraciones han comenzado a implantarlos de forma progresiva en colegios y centros oficiales.

En la Comunitat Valenciana también se ha desarrollado Lliurex, una versión propia con presencia en el sector educativo.

Además de estas versiones, el sector empresarial tiene a su disposición distribuciones profesionales del sistema que, a diferencia del resto, son de pago pero aún así pueden llegar a suponer hasta una 90% menos de coste respecto a los sistemas tradicionales. Unas de las más populares son las versiones corporativas de Novell o Red-Hat, que también dispones de sistemas para servidores y soluciones integrales que, además de software incluyen hardware.

Sin embargo, la filosofía de Linux ha llevado a la proliferación de decenas de versiones gratuitas al alcance del usuario.

Además de Debian, la lista de las 10 distribuciones más extendidas entre los seguidores de este sistema incluye Ubuntu, Fedora, Open Suse -la versión gratuita de Novell-, Gentoo, Mandriva, Mint, Sabayon o PCLinux OS.