La industria musical enfrenta un momento desafiante de su historia, ya que, mientras los nuevos canales de distribución y la piratería hacen que la música esté más presente que nunca en la vida de los consumidores, los ingresos de las grandes casas discográficas no evolucionan al mismo ritmo.

Con esta situación en mente y con el lema "La versión 1.0 de la industria musical ha muerto", los ejecutivos de algunas de las discográficas más importantes del mundo, como Sony BMG o EMI, se han visto las caras en el Foro de Música Digital de Nueva York con los directivos de una veintena de las empresas de distribución digital, que en la última década se han hecho un importante hueco en el sector.

Nombres como Napster, Music Choice, The Orchard y iTunes son ya habituales para el consumidor de música en Estados Unidos, donde las ventas de discos han caído en picado en los últimos años mientras las discográficas se ven obligadas a aliarse con estos nuevos canales para sobrevivir a la gratuidad que supone la piratería.

"Está claro que el mundo de la música está cambiando, la cuestión está en cómo debemos nosotros abrazar este cambio", explicó hoy a Efe Ted Cohen, presidente de Mobile Entertainment Forum, quien participó como moderador en el foro neoyorquino.

Para Cohen, el principal reto al que la industria se enfrenta es "un cambio de mentalidad" para encontrar la fórmula de colaboración "más adecuada, duradera y beneficiosa posible" entre las discográficas y las nuevas empresas.

"Las casas de discos ya han dejado de poner las normas y tienen que arriesgarse en este negocio. Deben cambiar y cooperar", dijo Cohen, para quien "la solución pasar por ser flexible y no tener miedo a experimentar".

"No se puede proteger tanto la música porque al final nadie puede disfrutarla. Hay que aprovechar las oportunidades porque el mercado actual cambia cada día", ahondó Cohen, quien insistió en que, para acabar con la piratería, no hay que "asustar al consumidor con demandas".

En este encuentro, celebrado en el Museo Judío de Nueva York, también hay lugar para otras empresas que han aportado alternativas tecnológicas al hasta hace poco estático mundo de la música, como la operadora de telefonía móvil Verizon, el fabricante Motorola o el popular sitio de vídeos por internet YouTube.

"Repartimos con las discográficas los beneficios por publicidad a cambio de que éstas nos permitan colgar sus vídeos y canciones en nuestro portal para que nuestros usuarios los utilicen gratuitamente en sus creaciones audiovisuales", explicó a Efe Glenn Brown, encargado del departamento de música de YouTube.

"Nuestra filosofía es que cada canción merece tener por lo menos un vídeo. Hay muchas canciones que no lo tienen y queremos que nuestros usuarios puedan crearlos libremente", ahondó Brown, quien destacó las dificultades con los derechos de autor y grabación a las que se deben enfrentar.

El asunto de los derechos de autor y cuál debe ser el coste que debe pagar el consumidor para escuchar música son otros de los asuntos que han suscitado más polémica entre los participantes del Foro de Música Digital de Nueva York, donde también se ha apostado por un sistema de "tarifa plana" para la descarga de canciones.

La mayoría de los participantes, sin embargo, ha coincidido en subrayar que las relaciones entre las casas discográficas y los distribuidores musicales han mejorado en el último lustro y confían en que se adapten a los nuevos tiempos.