Canal 9 continúa su pérdida de audiencia. Cerró el mes de mayo con una cuota de pantalla media del 5,6 %, lo que representa su «mínimo mensual», según el informe publicado ayer por Barlovento Comunicación. La pérdida con respecto al mes anterior es de 1,1 puntos (estaba en el 6,7 %). La diferencia es mucho mayor en relación con la audiencia media del año 2010 (8,4 %), que ya fue baja en comparación con los últimos ejercicios, aunque entonces la dirección de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) se escudó en la fragmentación del público espectador tras la puesta en marcha de la TDT y la aparición de nuevos canales temáticos.

Canal 9 ha contado en el mes de mayo la transmisión de la final de la Liga de Campeones, pero ni con ello remonta resultados. De acuerdo con los datos de Barlovento Comunicación, la valenciana es, entre las televisiones autonómicas históricas, la que peores cifras registra en la actualidad. Sólo dos cadenas pequeñas y jóvenes como IB3 (4,9 %) y la de Murcia (4,9 %) obtienen audiencias inferiores en mayo.

En la parte alta de la lista de las autonómicas vuelve a estar TV3 (16,1 %; gana tres décimas), que supone casi el triple de la de Canal 9. Le siguen TVG (11,8 %) y Canal Sur (11 %). En total, la media de todas las autonómicas pública casi dobla la audiencia de la valenciana (10,7 %), aunque baja con respecto a abril (11,4 %).

En los datos de la cadena que dirige José López Jaraba es especialmente significativo el caso del programa DBT, que se emite en horario de máxima audiencia con resultados muy bajos.

El espacio que conduce la periodista de Madrid Isabel Durán obtuvo el pasado martes una cuota de pantalla del 1,5 % y 36.000 espectadores. Fue, con mucho, el peor registro de todas las autonómicas en esta franja horaria. Incluso Telemadrid, que ofrece el mismo día un programa de debate de similar formato, alcanzó el 3,7 % de audiencia.

Cuota del 4,7 % el martes

La consecuencia es que Canal 9 se quedó el pasado martes en una cuota media diaria del 4,7 %, por debajo de la baja cifra mensual, lo que evidencia la carga en los resultados de audiencia que supone DBT, máxime si se tiene en cuenta que se emite en el que es el momento de mayor atracción televisiva («horario de máxima audiencia», le llaman).

Los datos del pasado martes de DBT no son extraños. El espacio se mueve desde el inicio de la temporada entre el 1 y el 3 % de cuota de pantalla, barrera que ha superado en pocas ocasiones.