La programación de Canal 9 para el próximo fin de semana —tanto la enviada a los medios de comunicación como la incluida en la web de la cadena— indica que no habrá Fórmula 1 a través de la televisión valenciana, como ocurrió hasta el último gran premio de la temporada pasada. La empresa convierte así en hechos la voluntad del Consell, cuyo vicepresidente, José Císcar, anunció hace unas semanas que RTVV rescindiría el contrato si los derechos para toda España pasaban de La Sexta a Antena 3, como así ha sucedido. Lo llamativo del caso es que la operadora de los derechos, Mediapro, no tiene ni idea de los nuevos planes de la autonómica valenciana. Al menos, hasta el día de ayer, cuando una portavoz de la empresa de Jaume Roures aseguró a Levante-EMV que no han recibido «ninguna comunicación oficial» de RTVV sobre una hipotética ruptura del contrato.

¿Qué dice la cadena pública al respecto? Nada. Ni sí, ni no. No puede comentar nada sobre las transmisiones de la Fórmula 1, afirmaron fuentes oficiales.

De esta manera, lo que puede suceder es que RTVV y Mediapro vuelvan a acabar en los tribunales, pues si la operadora da por válido el contrato —tiene vigencia hasta 2013— va a querer cobrar. Lo que queda patente, a tenor de las manifestaciones realizadas en Mediapro, es que no ha habido negociación alguna para la rescisión del acuerdo actual.

La cadena que dirige José López Jaraba pagaba hasta ahora 5,5 millones de euros (más IVA) a la empresa de Roures por cada temporada de la F1. El contrato fija que, si lo rompe, debe pagar todo lo que quede del periodo firmado. Sin embargo, el Consell se agarra a que el acuerdo iba ligado a la transmisión de La Sexta para toda España. Al cambiar este punto, considera que tiene base para la rescisión. Si, como todo apunta, lo ejecuta de manera unilateral habrá que ver las consecuencias.