Desde Gila y Tip y Coll hasta los muchachos del humor «chanante», lo cómico y los cómicos en España se han transformado notablemente, algo que quiere reflejar Canal+ en una serie documental conducida por Javier Cansado, que ha visto en este proyecto una oportunidad de «dignificar» su profesión.

El humorista, que presentó el proyecto en el Festival de Televisión de Primavera en Murcia, tuvo un recuerdo para el fallecido Pedro Reyes, quien iba participar en Cómicos. Así se llama esta iniciativa que cuenta ya con 35 entrevistas «en profundidad», la mitad de las previstas para completar el programa, según Álex Mendíbil, responsable de contenido y de guiones.

«Me interesó la serie desde el principio porque le aporta dignidad a la profesión, se supone que tenemos éxito porque somos unos cachondos de natural, pero se verá que detrás hay una labor creativa», apunta Cansado, quien ha convencido a su socio, Carlos Faemino, «alérgico a las cámaras», para que participe.

También Pablo Carbonell, Santiago Segura, Pepe Viyuela, Loles León, Millán Salcedo y Joaquín Reyes, representante del humor de espacios como Muchacada nui, que se ha calificado como «chanante». Todo tipo de humoristas y profesionales en la materia, desde actores a presentadores, guionistas o monologuistas, incluidos «youtubers».

Para Cansado es una labor «muy chula» servir de puente entre dos generaciones de humoristas, lo que, «visto con otra perspectiva», le «angustia», porque él mismo es referente de compañeros que le veían cuando tenía 13 años, y significa que «la cosa se está acabando» para él.

No así en el panorama general, ya que el cómico madrileño está convencido de que el humor en España «vive su mejor momento». «Gila y Tip y Coll eran francotiradores en una época muy mala, y a gente de mi generación nos costó mucho integrarnos», afirma Cansado, que recuerda los tiempos en que «con una pequeña broma sobre el rey, hecha en una actuación en un bar, se producía un silencio ominoso».

Ahora «es raro que los humoristas no hayan pasado por la universidad, pero sobre todo ha cambiado el público, que admite muy bien la provocación», concluye Cansado.