Cerca de 500.000 personas, el 1% de la población española, vive enganchada a alguna secta. Escondidos tras el yoga, las terapias alternativas, los temas relacionados con la salud e incluso, tras empresas aparentemente comerciales, estas organizaciones han visto un nuevo filón para captar adeptos más allá de las recurrentes religiones.

«Infiltrados», el programa de reportajes de investigación de Cuatro, ha pasado varios meses poniendo negro sobre blanco entre algunas de las 350 sectas que hay catalogadas en el país. El resultado se podrá ver hoy a partir de las 00:15 h, en Cuatro con el estreno de una nueva entrega.

Promesas de encontrar el amor o multiplicar las relaciones sexuales, ofertas para conocer gente y mejorar la autoestima, soluciones para problemas de salud a través de terapias alternativas? Las nuevas sectas captan a sus víctimas calibrando sus debilidades mentales, sus puntos flacos, y jugando psicológicamente con ellos hasta el límite de hacerles creer lo increíble.

«Hay una mayoría de grupos que controla la sexualidad de sus adeptos, bien sea reprimiéndola o fomentándola, según les convenga», explica José Miguel Cuevas, uno de los psicólogos expertos que participa en esta entrega especial del programa.

«Bajo el pretexto de que te quieren ayudar, estos grupos se ganan la confianza y acaban consiguiendo que el adepto done su casa a la comunidad y que encima lo haga hasta con una sonrisa», asegura Miguel Perlado, otro especialista en Psicología experto en grupos de manipulación psicológica.

El programa recopilará testimonios de víctimas de estas sectas, que cayeron seducidos por lo que se conoce como «el bombardeo de amor».

Además pondrá nombre a algunas de las más peligrosas organizaciones que operan en la actualidad y ofrecerá claves al espectador para evitar caer en sus redes.

«Infiltrados»vuelve así con la quinta entrega de sus reportajes de investigación. La última, emitida en junio de este año, trataba sobre la realidad oculta de la valla de Melilla. En esa ocasión, contaban cómo cientos de inmigrantes llegan a Marruecos huyendo de la miseria y la pobreza de sus países.

La mayoría son subsaharianos que una vez allí tienen que sobrevivir varios meses, algunos incluso años, escondidos en campamentos ilegales esperando el momento oportuno para saltar la valla y alcanzar su sueño de tener un futuro mejor en Europa.

«Infiltrados» mostró en esa ocasión el salto que muchos inmigrantes planean durante años, la corrupción que existe en la frontera entre España y Marruecos y el papel que juegan las mafias en la trata de mujeres.

En las filas contra la yihad

Antes de ello y quizás el que más revuelo causó, fue el estreno de este tipo de periodismo de investigación en el que se «infiltraron» en las filas de españoles que luchan contra la yihad. En esa ocasión contaban que aparecen muchas noticias relacionadas con españoles captados por las filas de Estado Islámico para unirse a su lucha terrorista, pero, en paralelo a estos casos y con menos repercusión mediática se está produciendo otra situación: hay ciudadanos que deciden dejar su vida atrás en España para unirse a las principales fuerzas que combaten cuerpo a cuerpo contra este grupo terrorista.