­Han pasado dos años desde el ataque a la embajada estadounidense en Pakistán. Carrie Mathison (Claire Danes) ha abandonado la CIA y trabaja para una firma de seguridad en Berlín, donde vive junto a su hija y su nuevo novio. Carrie intenta dejar atrás los 10 años en la CIA y sobre todo, olvidar a su mentor, Saul Berenson (Mandy Patinkin).

Así arranca la quinta entrega de Homeland, que se estrena hoy en Fox a las 23.05 horas, apenas cuatro días después de su premiere norteamericana. La cuarta temporada acabó con todos los protagonistas de vuelta en EE UU y con Peter Quinn (Rupert Friend) partiendo hacia nueva misión en Siria. Una situación que llevará a Carrie a exiliarse voluntariamente en Berlín, una ciudad que según los responsables de la serie tiene mucho que decir ya que tiene una larga historia de espionaje y que es un cruce de caminos entre la Europa occidental y el mundo musulmán.

Una historia propia que van a aprovechar en los guiones de los nuevos episodios en los que han confirmado que explorarán temas de actualidad como la situación de Ucrania, las amenazas del grupo extremista ISIS, la masacre en la sede de Charlie Hebdo o Edward Snowden, entre otros.

La quinta entrega cuenta con cuatro caras nuevas que se suman al reparto. El actor alemán Sebastian Koch se ha convertido en Otto Düring, el nuevo jefe de Carrie, mientras Miranda Otto interpreta a la responsable de la delegación de la CIA en Berlín, y que trabaja bajo las ordenes de Saul Berenson. Una vez más, Carrie mezclará su vida personal con la profesional ya que iniciará una relación con el abogado de su jefe, interpretado por Alexander Fehling. Además, se suma al reparto Sarah Sokolovic para dar vida a una periodista norteamericana afincada en Berlín.

Creada por Alex Gansa y Howard Gordon, exguionistas de 24, Homeland es el resultado de la adaptación norteamericana de la producción israelí Hatufim (Prisioneros de guerra), escrita por Gideon Raff. En la línea de grandes thrillers políticos como las películas El mensajero del miedo o Siete días de mayo, la serie sorprendió a los espectadores con una historia que se mete de lleno en los pliegues de los servicios de espionaje, el terrorismo internacional y el poder a través del personaje de un soldado capturado en Irak y rescatado ocho años después, cuyo regreso a casa despierta la desconfianza de una agente de la CIA, bipolar y meticulosa hasta límites insospechados.