Aviso a navegantes: esta serie no es ni para aprensivos ni para hipocondriacos. Tampoco lo es para los fanáticos del cine de terror, pues American Horror Story abre la puerta del género para aquellos que nunca se hayan sentido atraídos con la idea de sentarse en un sofá con el simple objetivo de ser aterrorizados. Si algo permite esta serie „que ya cuenta con seis temporadas y ha renovado para una séptima„ es disfrutar con la teatralidad que envuelve las películas de terror. En concreto, lo hace gracias a unos personajes histriónicos, una elegancia visual y a un humor retorcido, propio de sus creadores, Ryan Murphy y Brad Falchuk. Cada temporada es autoconclusiva, y cuenta escenarios y personajes distintos. La serie de FX se ha emitido ya en canales como Cuatro o Energy, y está disponible en Netflix.

Si al lector le suena de algo esta serie es por la estrella Lady Gaga, que ha participado en las dos últimas temporadas, Hotel y Roanoke (en emisión). La cantante no decepcionó en su primer debut e impresionó a los fans de la serie, aunque no es de extrañar, pues la mística de Gaga iba acorde con la producción desde el principio. El fichaje se produjo en un momento propicio, ya que la estrella de la serie, Jessica Lange, había abandonado el rodaje, aunque no sin antes dejar tras de ella algunos de los momentos más memorables de esta producción.

La segunda temporada, Asylum, todavía es una de las mejores que se recuerdan por los fans de la serie, ya que un frenesí es lo mínimo que siente un seguidor de la producción al ver a la actriz de King Kong o Tootsie vestida de monja malévola. Aunque Lange no es la única buena intérprete que ha pasado por esta serie, ya que también está la inolvidable Sarah Paulson (Carol), Lily Rabe (The Good Wife), Frances Conroy (El aviador) o Evan Peters (X-Men. Apocalipsis). La mayoría de los intérpretes que permanecen a través de las temporadas son mujeres, pues la serie demuestra especial predilección tanto por los papeles de féminas empoderadas, como por lo edificios, ya que toda la acción suele desarrollarse en ellos, ya sea un manicomio, un hotel o un pueblo, cuyo halo ensombrecedor suele inspirar más claustrofobia que una habitación sin ventanas. La «prima hermana» de la serie es American Crime Story, que relata crímenes reales al más puro estilo de Hollywood, y puede ser una buena opción para los tiquismiquis ya que incita más al morbo especulativo que al miedo. Aunque tampoco es necesario darle al play a algunas de las dos para pasar miedo, ya que los aprensivos ya tienen suficiente con ver Pesadilla en la cocina.