Nada de Jessica Parker o Lena Dunham. Nicole Kidman y Reese Witherspoon han llegado este mes para proclamarse reinas de la pequeña y la mediana pantalla, con tal de alejar el eco de series como Sexo en Nueva York, o su alter ego más gamberro, Girls. Y no sólo eso, estas actrices también pretenden destronar a Pequeñas mentirosas, la serie -mayoritariamente seguida por preadolescentes- que supuso todo un fenómeno social en su día. Porque Big Little Lies viene a enamorar a las madres de las hijas e hijos que vibraron con el suspense de unas crías que habían hecho algo impropio de animadoras, buenas estudiantes y chicas de buen ver.

Big Little Lies es una serie para las madres empoderadas de estos adolescentes, que parte directamente del best-seller de Liane Moriarty para construir una producción entretenida y con matices cinematográficos. La serie, que se estrenó el pasado 19 de febrero, comienza con un asesinato en un el colegio de primaria. A pesar de que tanto la víctima como el asesino son un completo misterio, parece que el crimen ha estado motivado por rivalidades y secretos que rodean a las tres madres protagonistas: Madeline Mackenzie (Reese Witherspoon) Celeste Wright (Nicole Kidman) y Jane Chapman (Shailene Woodley).

La mentira es el plato principal de esta serie, donde Reese Witherspoon brilla con luz propia. Kidman la secunda con su buena fórmula interpretativa, basada en su talento y su aura mística. Ante todo esto, Woodley sufre el riesgo de ser eclipsada por estas dos actrices de alfombra roja, aunque esta apreciación varía según el espectador. De hecho, detrás de los nombres Pacific Standard y Blossom Films en los créditos, se esconden los nombres de Witherspoon y Kidman, respectivamente, que actúan también como productoras ejecutivas.

Con el streaming, la industria ha aprendido que incluir en el reparto a estrellas de la gran pantalla no es la fórmula segura del éxito. Ejemplo de ello es Santa Clarita Diet, con Drew Barrymore a la cabeza, que pese a la publicidad que Netflix da a la serie, ésta no goza de buenas críticas.

David E. Kelley es el creador de esta producción de HBO, que cuenta con siete capítulos y sin garantías de una segunda temporada, pues con una entrega, el director ya ha contado toda la historia de la novela de Moriarty. Aunque quién sabe. Con el streaming, los personajes siempre corren el riesgo de ser cada vez más inmortales.