Hugo es un bailarín de striptease que, involuntariamente, se ve envuelto en una compleja trama criminal que apunta directamente a las altas esferas. Como testigo de un mundo al que no pertenece, es parte y espectador de una trama de misterio y erotismo que mezcla amor, dinero, sexo, intriga y violencia.

Este es el punto de partida de «Toy Boy», la nueva serie que prepara la productora Plano a plano («El Príncipe», «Allí abajo»?) y que se grabará en diferentes localizaciones de la costa de Málaga. César Benítez, productor y creador de la serie, asegura a Levante-EMV que han elegido esta localización porque quieren alejarse de los tópicos burdos que rodean a esta profesión y centrarse en un ambiente más sofisticado. «Marbella es un lugar elegante en el imaginario español y que a su vez conserva la clase alta tradicional, no como Ibiza, que es más moderno», relata Benítez, que viene dándole vueltas a la idea desde hace tiempo. «Veía cómo estaba cambiando la sociedad y cómo las mujeres tienen más acceso a un mundo tradicionalmente masculino y pensé que tenía que escribir una historia con eso», detalla.

El hombre objeto

En esta línea, asegura que su intención es situar al hombre en un lugar en el que normalmente están las mujeres, el del objeto. «En este thriller queremos hablar desde el punto de vista de un hombre al que por mucho que lo intente sólo se le juzga por su físico, por el mero hecho de que vive de su cuerpo», relata el productor, conocedor de que normalmente es el género femenino el que se encuentra en esta situación. «Como esto está cambiando, queremos reflejarlo en la ficción», asegura.

Es la primera vez que se estrena en España una serie de este estilo. En las salas de cine pudo verse la película Magic Mike con una historia similar en 2012, pero era mucho «más superficial», asegura el director.

De momento, no pueden desvelar en qué cadena de televisión va a emitirse, pero Benítez afirma que tienen «muy avanzadas las negociaciones a nivel nacional e internacional». Sólo les falta el elenco para empezar las grabaciones. «Buscamos caras nuevas», confiesa. «Necesitamos cuatro chicos jóvenes que estén bien sin camiseta, en las playas hay muchos pero en los cástings no tantos», bromea el director, que sostiene que «el ser humano no ha cambiado sus pasiones desde el teatro griego». « Por eso-concluye- las historias son las mismas, solo cambia el punto de vista, eso queremos reinventar».