Los responsables de las televisiones españolas vieron su «potencial», pero aseguraron que un producto así no tenía cabida en la televisión generalista. Ni tampoco en España. Ocurrió en 2013, cuando Virginia Llera, Manuel Sánchez Ramos y Jesús Mancebón soñaban con dar salida a una serie -«Distopía»- que pretendía hacer algo más que entretener. Por aquél entonces «Black Mirror» ya contaba con un Emmy.

Cuatro años después de ese primer contacto con la industria televisiva española, sus creadores han llevado «Distopía» a la plataforma de streaming catalana Filmin, donde ya se puede ver el mismo capítulo piloto que los tres creadores presentaron a las cadenas.

El cineasta Koldo Serra ha sido el encargado de dirigir este primer capítulo autoconclusivo llamado «Ciudadanos». En él, dos hombres secuestran a un ministro corrupto y dejan en manos de los internautas la decisión de si debe morir o vivir. Daniel Grao, Paco Marín, Juan Fernández o Marina Salas conforman el reparto. En realidad, el capítulo recuerda bastante al primero de «Black Mirror» donde un grupo secuestra a un miembro de la Famlia Real británica. El objetivo de ambas series es crear un debate moral entre los espectadores enfrentándoles a situaciones extremas. Es por ello que ninguna de las cadenas generalistas quisieron comprometer su marca ante una serie tan comprometida, como ha ocurrido en el caso de «Distopía».

Los creadores quieren ver la reacción del público ligado a las plataformas online para poder ponerse manos a la obra y producir nuevos capítulos.

Pese a que todavía es pronto para pronunciarse, el mayor desafío de «Distopía» no será conseguir la aceptación del espectador, sino desmarcarse de su principal referente: «Black Mirror».

Su magnetismo ha conseguido seguidores en todo el mundo y más de una estrella de cine se ha visto atraída. De hecho, la propia Jodie Foster dirigió un episodio en la cuarta temporada, la primera que se emitió bajo el paraguas de Netflix.

¿Un 23-F exitoso?

La desvinculación de «Distopía» respecto a la serie de Charlie Brooker dependerá de los temas que escoja tratar en un futuro. Aunque antes deberá resolver el asunto de la financiación. Según explican sus creadores, el denominador común de los futuros capítulos de la serie será cómo las personas son capaces de perder su humanidad cuando llevan la máscara de la denominada «masa».

Uno de los temas más controvertidos que estarían sobre la mesa sería imaginar que otro dictador hubiera sucedido a Franco después de su muerte. Aparentemente, este enfoqué será el que podría diferenciar esta serie de «Black Mirror», ya que esta última suele centrarse en los cambios que derivan del desarrollo tecnológico, eso sí, sin perder de vista el alcance sociológico.

De momento, «Distopía» tan sólo es un experimento, y uno de los buenos, sobre todo, en un país en el que gran parte de su pasado político y social es un tabú, y en el que, hasta ahora, sólo un único programa en la televisión - «Salvados» en La Sexta- había conseguido crear un debate abierto para el gran público generalista.