Alvaro Negredo disfrutó y sufrió a partes iguales durante su presentación. La afición, entusiasmada al ver al delantero, pidió al goleador que se besara el escudo y, ante la negativa de éste, la gente silbó y empezó a cantar «p.. Sevilla» para disgusto del vallecano que, a pesar de demostrar una gran personalidad, no sabía como reaccionar. Así, sus primera palabras fueron para anunciar que «ya habrá tiempo de besarlo» . «Besar o no besar el escudo explicaba tras la presentación es un tema personal. Me he sentido muy querido pero soy supersticioso. Hay momentos para todo y hoy no lo era». Emplazó a cuando, ya recuperado, marque goles. El jugador, a pesar de este mínimo incidente, anoche irradiaba felicidad.

«Estoy donde quiero estar y donde han apostado verdaderamente por mí», agradecía. «Es un placer estar aquí», reiteraba tras admitir sentirse «muy halagado» por los elogios que Nuno le lanzó el pasado viernes. «No me siento una bomba sino uno más de esta plantilla» minimizaba. Lo que sí sabe ya Alvaro Negredo es que tiene a la afición entregada. Más de trece mil aficionados acudieron a Mestalla para ver por primera vez al delantero con la camiseta del Valencia mientras su familia, asombrada, no daba crédito a la expectación que la llegada del jugador había despertado. Tribuna, anfiteatro y zonas bajas de las gradas norte y sur se llenaran de aficionados que quería ver de cerca al jugador que llega desdel Manchester City cedido con una opción de compra obligatoria. Una operación que, según el jugador, ha sido «muy tensa». «Hasta las doce no supe que venía», afirmaba tras develar que pasó «muchos nervios». Ahora ya disfruta.