César no es fiel a ningún equipo. Es, bromea, un «poco» chaquetero. Él es del equipo de Álvaro Negredo «a muerte». Camiseta que defiende su hermano, club al que apoya el mayor de la saga. «Ahora solo soy, a tope, del Valencia», afirma entre risas. Retirado profesionalmente del fútbol, César Negredo es el fan número uno del jugador más caro de la historia del Valencia. «¿Sorpresa?, mucho» confiesa desde Asturias el exjugador de, entre otros equipos, el Oviedo, Sangonera, Alicante, Alcoyano o Logroñés. «Créete que hasta el último minuto no lo tuvo claro», lanza feliz porque, por lo menos, el jugador se reencontrará con su familia política. «Veo a mi hermano feliz y eso me sobra. Ha salido de Manchester porque no se sentía importante y porque veía que no se contaba con él como él pensaba que se debía contar. Ahora sabe que se tiene que ganar la confianza del entrenador y de los compañeros y, si marca goles, seguro que se ganará el cariño de los aficionados», se sincera César quien define al vallecano como «un tipo con personalidad, afable y que se relaciona bien con la gente». Un jugador que «sabe que el cariño de la gente se lo tiene que ganar en el campo» y que su hermano está convencido de que la afición « acabará encantada con él».

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«Tiene las cosas muy claras y no se deja influenciar. Tiene los pies en el suelo y sabe como funciona esto. Es consciente de que el fútbol mueve muchas pasiones y que se pasa con facilidad de ser un ídolo a un tipo odiado», sorprende. Si se desvía del camino, ahí está su familia para recordárselo. «Somos una familia humilde y sabemos lo que cuestan las cosas», sostiene César. Un ejemplo es que su padre aún ejerce de taxista. Un trabajo que no le impedirá desplazarse con asiduidad a Valencia. Los hermanos lo tendrán más difícil. «Siempre es más facil ir a Valencia que a Manchester pero lo primero es el trabajo», apunta. «Al Valencia por la tele siempre lo hacen. Cuando jugaba en el City nos teníamos que buscar la vida para ver los partidos. Aunque no estoy cerca de Valencia, sí me podré acercar con más facilidad para verlo» , afirma tras resaltar la personalidad de su hermano pequeño.

Lo define como un tipo «con las ideas muy claras que no actua de cara a la galería». «Besar el escudo porque está ahora de moda en las presentaciones, a mí personalmente, me parece un poco absurdo. Cada uno nace o se hace del equipo que quiere. Solo por el hecho de que un club apueste por ti ya te hace tenerle cariño pero el sentimiento no se tiene de un día para otro. Álvaro ya tendrá días para hacer este acto de forma natural y no porque se lo pidan o quiera quedar bien en su primer día. Hubiera sido ridículo. Cuando pase el tiempo, marque muchos goles y se sienta identificado ya besará el escudo una y mil veces. El cariño a un club se demuestra siendo un gran profesional en el día a día», desgrana el mayor de los Negredo que ha vivido los sinsabores del fútbol al tener problemas de cobro tanto en el Logroñés como en el Alicante. Aun sorprendido por la gran acogida que ha recibido el goleador en Valencia, el exjugador ya espera el debut de su hermano que, todo apunta, será a mediados de octubre. «Iremos a verlo», avanza. «Viajaremos a menudo para disfrutar de él. Iremos a ver eliminatorias de la Copa del Rey y cuando juege contra equipos grandes», apunta en plural. Se refiere a hermano Rubén que vive en Cartes (Cantabria) .

Como exjugador, César analiza al Valencia: «Ha dado un salto de calidad. Hay un proyecto claro y se han hecho fichajes importantes. Han incorporado a mucha gente joven que, si funciona, puede dar mucho que hablar porque con ilusión y ambición llegan los éxitos. Lo que se vaya a conseguir o no es complicado porque luchar por estar arriba será complicado. El Valencia debe pelear por estar entre el cuarto y el sexto. Al final será que la pelota entre». Y eso.