Kim Huat Koh se subió al avión que trasladó al Valencia a la ciudad de A Coruña, en lo que es el primer desplazamiento que realiza con el equipo desde que se asentó en el club. Hace unos días también dejó el hotel para vivir en un domicilio. Dos gestos que presagian que la firma definitiva entre Bankia y Meriton para cerrar la refinanciación de la deuda está al caer, a no ser que alguna de las dos partes de la negociación de un nuevo giro a la última propuesta que están redactando los abogados como paso previo para firmar los contratos definitivos.

A los pocos minutos de que los 19 convocados por Nuno Espírito asomaran la cabeza en la terminal, Amadeo Salvo y Kim conversaban en un perfecto inglés mientras bajaban por la cinta a la cafetería. La mano derecha que va a tener Peter Lim en el club ya lleva varias semanas conociendo al detalle la gestión que se tiene en las oficinas, pero hasta ahora, no había formado parte de ningún desplazamiento con el grupo. Cuando los futbolistas se percataron de su presencia les llamó la atención, pero el comentario más repetido era que «eso significa que la negociación puede cerrarse pronto». Kim saludó a Voro, el delegado del equipo, antes de colocarse en su asiento. Nada más despegar, Amadeo Salvo ubicado unos asientos por delante del singapurésse levantó para tener una breve conversación con él. No tenía importancia.

Uno de los objetivos del viaje de Kim, que no aventura problemas para cerrar la operación, es conocer de primera mano cuál es el funcionamiento en los viajes. A pesar de ser conocedor del procedimiento que se lleva a cabo, el singapurés prefiere conocer de primera mano las situaciones para poder tener la capacidad de decidir con criterio. De ahí que fuera uno más. Además, otro de sus objetivos en el viaje a A Coruña fue conocer más a las personas del club que se encargan del operativo de los desplazamientos.

Una vez se certifique la venta si no hay vuelta atrás será Kim H. Koh el máximo responsable en la gestión, de ahí que esté tomando nota con sus propios ojos de cada una de las áreas de la entidad para ver cómo se pueden mejorar en la operativa o rentabilizar económicamente. La plantilla se tomó como un gesto positivo para el cierre de una operación que ya lleva tiempo negociándose, no es un procedimiento sencillo y no ha afectado al rendimiento sobre el césped, pero ellos también ansían poner el punto y final a la venta.