Alvaro Negredo está ansioso por jugar sus primeros minutos como valencianista. Necesita volver a sentirse futbolista y experimentar qué se siente sobre el césped de Mestalla. Suspira por disfrutar sobre la hierba que pisó el 3 de septiembre, día de su presentación, y en los entrenamientos que allí ha realizado el equipo. Los partidos, hasta ahora, los ha visto desde una butaca del palco. El delantero, con una sonrisa permanente en el rostro, está expectante por ver si entra en la lista que Nuno confeccionará el viernes para, el sábado, enfrentarse al Elche. El madrileño está preparado y, salvo revés, será uno de los dieciocho convocados y todo apunta que debutará el mismo día que el empresario Peter Lim verá por primera vez en directo al equipo. Atrás queda el calvario que lo ha mantenido lejos de la competición durante los tres últimos meses. El trabajo de recuperación, finalizado hace dos semana, ya da sus frutos. De la lesión del quinto metatarsiano del pie derecho, ni rastro. El jugador lleva tres días trabajando al máximo nivel y espera su recompensa. Tanto el goleador como el técnico creen que ha llegado el momento. Más estilizado que cuando llegó en septiembre, el jugador está dos quilos por debajo del peso con el que llegó. Tantas horas de gimnasio, la mayoría en dobles sesiones, han estilizado su cuerpo y le han hecho ganar masa muscular. El delantero está ahora más rápido y veloz que, incluso, cuando jugaba en el Manchester City. Y es que, en paralelo a la recuperación de la lesión, el jugador ha ido realizando su participar pretemporada.

Fisicamente, afirman desde el club, Negredo aún no está al mismo nivel que el resto de sus compañeros pero, como si se tratara de una pretemporada, tiene que ir cogiendo ritmo y eso sólo se hace acumulando minutos. El técnico, que no quiere que el jugador asuma ningún riesgo, mima al delantero para que cuando vuelva lo haga en las mejores condiciones. El sábado ante el Elche, salvo revés, jugará sus primero minutos.