Mestalla empieza a sentirse ganador. Y disfruta y se comporta como ello. El Valencia en casa está intratable y, para un aficionado, ir al campo es divertirse. El espectáculo, con Nuno y los suyos, está asegurado. Ayer la fiesta fue mayúscula y así lo celebró la grada. El tifo organizado para «impresionar» a Peter Lim cumplió su objetivo. En la grada central frente a tribuna se confeccionó la palabra «Benvingut» con cartulinas azules sobre fondo naranja, mientras que la zona baja, con el mismo combinado, ensambló la palabra Peter. En los fondos la imagen era la de la senyera. En ese momento, y mientras Lim observaba la escena desde la butaca presidencial del palco vip, en la publicidad estática aparecía la palabra «Welcome».

Pero Lim pronto pasó a un segundo plano. Al arrancar el partido, y mientras en la valla de la curva nord se desplegaba una pancarta de apoyo a Joao Pereira, el protagonista fue el balón; el motivo por el que cuarenta mil personas estaban en Mestalla. Y, sólo habían pasado 17 minutos, cuando Mustafi levantó a los aficionados de sus asientos para celebrar el primer gol de la noche. La fiesta tomaba el camino perfecto. Con el gol de Parejo, de cabeza, más de uno empezó a soñar en cómo sería el equipo que Lim quiere lograr y qué guindas puede añadir al proyecto.

La Lira de Alfas del Pi fue la encargada de tocar la fibra al inicio de la segunda parte cuando tocó el himno regional, y Mestalla, a voz en grito cantó. Impresionante. Hasta el gol de Lomban en propia puerta, que la grada apuntó a Alcácer „el ídolo de la afición„, el campo no rugió. Y a partir de ahí, la fiesta ya no tenía fin. «Per un València campió», «Que anime todo Mestalla», «Y mete un gol, Valencia mete un gol»,los fondo retándose... Una fiesta. Y, como en todo jolgorio hay algo que lo convierte en perfecto, en pleno éxtasis, Nuno, sacó a calentar a Negredo para que Mestalla enloqueciera. Sin debutar, el madrileño escuchó cómo se coreaba su nombre. Un cántico que se agrandó cuando, en el minuto 83 el delantero saltó al campo por Rodrigo al que la grada despidió en pie. Impresionante. Atronador. El jugador, tras tres meses lesionado, volvía a jugar a futbol y estrenaba su camiseta del Valencia mientras, el artífice de su fichaje, estaba en el palco. La cara de satisfacción de Negredo lo decía todo. ¡Y madre mía si, dos minutos después, llega a marcar !.

Con Mestalla en pie cantando el ritmo regional acabó el partido. Con un enloquecido Nuno a la cabeza, lo jugadores, como ya es habitual, agradecieron desde el centro el apoyo mientras la grada cantaba: «Esta es la afició de un Valencia campió».