Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Cristiano Lucarelli

"Donde otros llegan con el dinero, el VCF lo hizo con las ideas"

El paso de Lucarelli por Mestalla fue breve. Un año en el que no tuvo cabida en el equipo por una grave lesión y por el estilo contragolpeador de los de Ranieri

"Donde otros llegan con el dinero, el VCF lo hizo con las ideas"

Ronaldo no fue el primer «Cristiano» en llegar a la Liga...

(Risas). Con Cristiano Ronaldo estamos ante una de esas maravillas que aparecen una vez cada treinta años. Él, Messi y Totti son de esos campeones que aparecen de forma contada. Por desgracia me une sólo el nombre con él.

¿Cómo ve el arranque de Liga del Valencia?

Ha empezado muy fuerte. Desde fuera siempre se ve como un club muy organizado, a pesar de haber sufrido una crisis muy importante, y en un contexto negativo para la economía española. Tuvo que vender jugadores pero los que han venido mantuvieron el nivel. Cada año crece, exporta jugadores. Es un grande del fútbol español, no dejó de ser un «top» europeo.

¿Cómo valora que haya sido comprado por Peter Lim?

Es la evolución del fútbol. También sucede en Italia. La Roma es de los americanos. Thohir controla el Inter... El fútbol europeo es una fuente de atracción para grandes inversores, para fondos rusos, indonesianos, chinos. El fútbol será cada vez más «extranjero» en cada nación. Desaparecerá el concepto de club y presidentes tradicionales.

Quince años después de su fichaje, ¿cómo recuerda su paso por Mestalla?

Lo recuerdo bien. Fue un año bonito, intenso, de mucho aprendizaje. Aunque jugué poco por una lesión que me mantuvo seis meses inactivo. Pero viví en una ciudad preciosa, a la que he regresado unas cuantas veces, en pequeñas escapadas de dos o tres días. Vuelvo muy a gusto. La ciudad y la afición del Valencia las tengo guardadas en el corazón.

¿Le dio tiempo a trabar amistad con sus compañeros?

Sí, por supuesto. Con Amedeo (Carboni) hablo con bastante frecuencia. En mi carrera me reencontré en Champions con Alain Roche, también en Italia, aunque como adversario, al Piojo López y a Mendieta, los dos en la Lazio.

La suya fue una etapa breve. Una larga lesión y el equipo tenía un estilo de velocidad y contragolpe que no se adaptaba bien a sus características.

Fui fichado para ser delantero centro, nuestra manera de jugar en cambio era muy al contragolpe, necesitábamos jugadores buenos en velocidad, como el Piojo, como Angulo. En ese módulo táctico, la verdad que muy italiano, de defensa y ripartenze, se adaptaban mejor otros futbolistas. Era más útil cuando tocaba desbloquear el partido, los rivales estaban cerrados y era necesario colgar balones altos en el juego aéreo. No sólo era marcar goles sino habilitar espacios y segundas jugadas al resto.

Después de marcharse comenzaron los mejores años del Valencia. Las dos ligas, la UEFA, las dos finales de Champions... ¿Presagiaba esos éxitos?

Sinceramente no me esperaba que el margen de crecimiento fuera tan grande como para jugar dos finales de Champions consecutivas. Me sorprendió. Pero ya en mi año vi que el club trabajaba bien, que había un proyecto importante, serio, y que iba a dar resultados importantes. No pensaba que fueran tan buenos, porque ganamos ligas al Barça y el Madrid, que son los primero equipos que te vienen a la cabeza al hablar de España, e incluso de Europa. Donde los otros llegan con el dinero, el Valencia llegó con las ideas, con imaginación.

¿Visto el resultado, le gustaría haberse quedado más tiempo?

Yo fui de los primeros italianos en jugar en el extranjero. Insólitamente en aquella época todavía no había gran apertura mental para irse a la aventura. Éramos pocos. Si te ibas fuera era porque no estabas a la altura del campeonato italiano. Yo llegué con Ranieri, que se fue para venir Cúper, a quien no conocía, me lo reencontré años después en el Parma. Considerando que acabé el año lesionado, sentí la necesidad de volver rápido a Italia, para demostrar que podía valer.

Desde luego, se tomó la revancha...

Fue una elección acertada. Fui capocannoniere (Pichichi) de la Serie A, donde marqué 140 goles. Me fue igualmente bien aunque no escondo que me hubiese gustado compartir los éxitos del Valencia.

Hay una elección que cambia su carrera, como es fichar en Segunda por el equipo de su ciudad, el Livorno, renunciando a ofertas millonarias.

Jugar en el Livorno, ponerme su camiseta, era mi gran sueño, desde pequeño, y lo conseguí. Marqué casi cien goles. Logramos llevar al Livorno desde Segunda a la Copa de la UEFA. Muchos son de los equipos grandes, el Inter, la Juve, el Milan, yo soy del Livorno.

En las ciudades pequeñas de Italia, sin un referente futbolístico fuerte, es complicado no ser de los tres grandes equipos del norte.

Es un asunto complicado, porque en Valencia también hay seguidores de Madrid y Barça. Livorno no es una excepción. Pero estas mismas personas, en un Livorno-Inter, quieren que gane el Livorno. En equipos que han estado muchos años en otras categorías, y el Livorno ha permanecido durante décadas en Serie C (equivalente en España a la Segunda B) es normal tener un segundo equipo, uno de los grandes, de primera división, en tu corazón.

Qué presente tiene el fútbol italiano? Cada vez los estadios están más vacíos y tampoco se aplaca el problema de la violencia.

El problema es que no estamos bien gobernados. En otros países se hacen todo tipo de medidas para llenar los campos, en cambio en Italia se hacen leyes, como el carnet del aficionado, para vaciar estadios.

Como entrenador sigue unido a su Toscana natal. Primero en el Viareggio, ahora en el Pistoiese. Como livornés, esperará con ansia el gran derbi regional, contra el Pisa...

Como futbolista jamás jugué contra el Pisa. El año pasado, entrenando al Viareggio, les ganamos 1-0 en el minuto 91. Fue una gran satisfacción, por ser el rival que era, pero sobre todo por el valor clasificatoria de la victoria.

Compartir el artículo

stats