El Valencia CF está de estreno, por primera vez en una historia embalada hacia el centenario visitan Ipurúa, en estado de felicidad plena desde que Gaizka Garitano sacó del «pozo» de la Segunda B al Eibar y firmó un paso relámpago por la Liga Adelante. Sin abrir la boca, ajustando su presupuesto a los mínimos que exige la ley, han puesto a la pequeña localidad de 28.000 habitantes en el mapa europeo.

No van a competir por Europa, pero participar en la Liga BBVA les realza. El Eibar ha convertido sus partidos en una fiesta, con una gestión austera y sin dejarse llevar por los impulsos, tan comunes en el mundo del balompié cuando a mitad de curso ves peligrar la permanencia o te crees aspirante al título y haces un esfuerzo del que luego te lamentas cuando la realidad se impone. Los únicos que conocen en persona el escenario son Javi Fuego y Nuno (jugó con el Mérida), que tras la regañina posterior al Rayo Vallecano, no quiere que se repitan estas situaciones para cuadrar los números. No es que el técnico tenga ahora la responsabilidad financiera, pero en su plan inicial figuraba acabar la primera vuelta con 35 puntos, y con doce en juego para alcanzar ese punto, hay que sumar un mínimo de siete. Javi Fuego y Gayà están a una tarjeta de la sanción, con el Real Madrid a la espera, pero los dos ya le han dicho al técnico que van a ir «a muerte». Ese es el mensaje del entrenador. «No miramos al partido siguiente y puede ser uno de los partidos más complicados fuera de casa», aseveraba el técnico antes de subirse al avión que les llevó a Bilbao, para previa a hacer noche en Durango.

En el avión, el técnico tuvo una breve charla con Amadeo Salvo mientras éste se acomodaba. Los dos son conscientes que todo lo que no sea acabar la jornada con 31 puntos será una decepción con varios días para digerir, debido al parón por Navidad. No se logran acumular los tres puntos de una tacada desde la visita al Madrigal, allá por el 2 de noviembre. Demasiado para un equipo aspirante a disputarle el tercer puesto al Atlético. Con la historia encima de la mesa, el Valencia CF tendría que pasar como una apisonadora, pero la realidad es bien distinta. Garitano cuenta con un grupo valiente y modesto de futbolistas, pero que siempre lo da todo. Son la «revelación» del campeonato, nadie se imaginaba verles a estas alturas con 20 puntos, al haberles «descendido» de antemano. Los informes que han trasladado los técnicos a sus futbolistas se han convertido en la mejor advertencia: fuertes, bien organizados tácticamente sobre el césped, van a los duelos individuales como si fuera el último partido de sus vidas, y en las acciones a balón parado siempre le sacan punta al lápiz. Con Garitano están viviendo un cuento de hadas del que no quiere participar el Valencia, a pesar de la generosidad de las fechas.

Tampoco el escenario, con la línea de cal al alcance de las manos de sus aficionados por la proximidad del césped o los tres metros más estrecho del campo a lo ancho (dentro de los límites reglamentarios), les va a servir como atenuante si no ganan. Nuno no va a realizar inventos tácticos y le dará continuidad al grueso del equipo que goleó cómodamente al Rayo en el partido de liga. La única variación va a ser la entrada de Parejo por el sancionado André Gomes, dándole la continuidad a De Paul por detrás de Negredo, que partiendo desde esa zona es más peligroso a la hora de realizar el último pase o buscar el gol. «Sabemos cómo ganar y confiamos en lograrlo, perder me fastidiaría las vacaciones, esta derrota lleva un lastre más alargado hasta el siguiente partido, por eso vamos a por los tres puntos».