Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Bolos

Brotes contra las crisis del Madrid y Barça

Brotes contra las crisis del Madrid y Barça

La última semana de enero se disputará la vuelta de los cuartos de final de Copa, que tal como quedaron los cruces en el sorteo debería ser con el Sevilla, y además en el Pizjuán, por aquello de saldar cuentas pendientes, aunque esté en trance un semifinal, tras el desafortunado gol de M´bia e inmediatamente después de su visita ligera del domingo 25 en Mestalla. Pero antes de ese deseado desenlace, el Valencia debe rematar la clasificación en Cornellà y los de Emery hacer lo propio con el Granada. En el camino a la final puede encontrarse el Athletic o el Málaga, con el permiso de Levante y Celta, así que junto con la obligación de la clasificación liguera en Champions, se presenta un acicate copero de lo más interesante. De eso precisamente, de fantásticos estímulos, se alimenta la afición. Otra cosa es la dirigencia y el cuerpo técnico, a los que se presupone suficiente predisposición para controlar las emociones. Y pese al entusiasmo de estos primeros días de enero, hay que esperar que el valencianismo nunca celebre una medalla de plata, territorio reservado solo para ansiosos. La gran victoria del domingo al Madrid y el apañadito partido de anoche ante el Espanyol descubre una preparación exhaustiva del calendario, ahora que empieza lo bueno. Ayer, hasta el zurdo de Pedreguer anotó un golazo con la derecha. Gayà revolucionó la remontada contra el Madrid y está que se sale. Con la defensa de tres, el canterano dispone de todo el carril izquierdo para demostrar su gran juego versátil. Cancelo también mostró capacidad de recorrido y sacrificio. La semana que viene deberán aplicarse más y mejor para resolver la eliminatoria, con un poco más de fortuna de cara a puerta, pues la zaga está más segura que la delantera, aunque la ejecución de Negredo en el penalti fue perfecta.

A estas alturas de la campaña, el conjunto de Mestalla exhibe un concepto claro de juego donde prima la solidaridad, y aunque el grupo es joven y precisa aún unos ligueros ajustes, nadie puede discutir su gran nivel competitivo. Todo lo contario que sucede en Can Barça, donde el baile de nombres incluye ya el director deportivo, y Rufete como uno de los aspirantes. Es lógico, la «culerada» siempre mira hacia Mestalla cuando le entran las urgencias. Lo mismo que en el Bernabéu, muy inquieto desde el repaso táctico de Nuno a Ancelotti, como volvió a demostrarse en el Calderón. La segunda derrota en cuatro días abre muchas grietas en esa supuesta escuadra invencible que promocionaban sus fabuladores.

El nerviosismo merengue y la crisis azulgrana pueden ser pasajeras o no, pero queda claro que la alternativa blanquinegra se abre paso, sin prisa pero sin pausa. La pirotecnia para las celebraciones está encargada.

Compartir el artículo

stats