El Valencia llegaba tras el tropiezo de Copa y su eliminación. No le quedaba otra que contentar a sus aficionados con una victoria. Lo logró merecidamente, pero tuvo que trabajarla intensamente. Salió con una disposición táctica 1-4-4-2, con Alves en la portería, Barragán y Gayà en los laterales, y Mustafi y Orban como pareja de centrales. En el medio campo, cuatro hombres, Javi Fuego, algo más retrasado, Enzo Pérez en el medio, y Parejo y André Gomes escorados uno a derecha y otro a izquierda. Delante, Rodrigo y el recuperado Alcácer. André Gomes y Parejo jugaron como interiores, pero no pegados a las bandas, dejándolas a Barragán y Gayà.
Empezó el Valencia con mucho empuje, acorralando al Almería en su área, que salió al campo con 1-4-2-3-1, con unas bandas rápidas, con Edgar y Wellington, y Hemed como delantero centro. Pronto encarriló el partido el Valencia, en la jugada mejor trenzada hasta ese momento, entre Enzo Pérez, Parejo y Barragán. Finalmente, Parejo con la izquierda, remata al centro del lateral valencianista, era el uno a cero. Parecía que sería una fácil victoria blanquinegra, pero acto seguido Hemed, tras un despiste de Orban en la marca, y Wellington superando a Barragán, lograba el uno a uno al primer palo.
El Valencia tenía que apretar de nuevo, y fruto de su dominio vino el dos a uno. Buen pase de André Gomes, que filtra un buen balón a Alcácer, que con la izquierda se queda a medio entre un centro y un tiro, pero el balón le llega a Rodrigo, que bate a Julián Cuesta. Otra vez a sonreír, pero pronto de nuevo tocaba fruncir el ceño. A saque de esquina de Berza, Hemed, tras rebotar en un defensor local, consigue el dos a dos con la cabeza.
Hay que ajustar la estrategia defensiva. La primera parte acabó con dominio infructuoso del Valencia, y con un Almería contento con el punto. El Valencia había tenido que sustituir a Barragán por Cancelo tras sufrir una lesión muscular. En la segunda parte no cabían más dudas, máxime después de que el público despidiera al equipo con algunos silbidos mostrando su insatisfacción con el juego y con la poca solidez defensiva exhibida. Pero todo cambió.
El Valencia embotelló durante toda la segunda parte al Almería en su área. Cancelo se desdoblaba con gran peligro y lanzaba centros envenenados. En el minuto 15 de este segundo periodo; el cambio decisivo. Sale Negredo y el Valencia sube un gran peldaño en su potencial ofensivo. Las ocasiones se sucedían con remates de Negredo a centros de Rodrigo, André Gomes y Cancelo. El tiburón estaba a punto de morder, pero antes Rodrigo estrelló un balón en el larguero. Fueron unos minutos frenéticos hasta que por fin Negredo, tras un gran centro de Gayà, conectó el cabezazo definitivo. Era el tres a dos con el que el Valencia sumaría los tres puntos que hacía justicia a esa vorágine de juego y de acoso que l e infringieron al rival en la segunda parte. Fueron a por el partido con cambios arriesgados y de perfil atacante. El de Cancelo obligado y el de Negredo y el De Paul decisivos.
Hay que seguir mejorando, controlar mejor las jugadas de la estrategia defensiva y mejorar algunos equilibrios del juego. Pero la victoria permite al equipo seguir dentro del objetivo por el que se va a luchar a muerte. Quedan 18 finales y el gran premio de la Champions. Toca consolidarse entre los cuatro primeros y con ambición, esfuerzo y el buen juego tanto ofensivo como defensivo, el camino estará más despejado.
