­Tras ascender al tercer puesto de la liga, el objetivo es agarrarse a él con fuerza para que ninguna racha de viento les quite el billete directo para disputar la próxima Champions. Cuando se concentró la plantilla en Mestalla, las victorias del Sevilla y el Atlético elevan el nivel de exigencia para el partido de esta tarde ante el Villarreal. No hay respiro. La tropa que dirige Nuno necesita anotarse los tres puntos para seguir acomodado en el escalón de bronce de la liga, pero si no se gana, por el retrovisor se verá a tiro de piedra al Sevilla.

Hace unos meses, el Valencia CF tiró de estadísticas históricas para cifrar en 70 puntos el pasaporte para estar el próximo curso entre los 32 mejores clubes de Europa. Las cuentas las hizo públicas el entrenador portugués basándose en la puntuación del último decenio, sin embargo, no dejaba de ser un rincón histórico que no significa darle validez en el presente. Va camino de ello. Un triunfo le daría al cuadro blanquinegro 63 puntos, con 27 por disputar, por lo que seguramente se requerirá un esfuerzo mayor. Paralelamente, esta reflexión también abre el debate de la validez cuando se hacen cálculos a medio o largo plazo, no siempre se cumplen, por eso la insistencia del cuerpo técnico de no ver más allá del partido de esta tarde, a la conclusión ya se pensará en la visita al Nuevo San Mamés. Reina un buen ambiente en la plantilla, como se palpó al ver bromeando a André Gomes y Joâo Cancelo con Rui cuando no les agrupó en el rondo de calentamiento. Llega lanzado el Valencia CF, que sólo ha sido capaz de frenar temporalmente el parón de liga, de ahí la incertidumbre que tiene la grada por comprobar si la maquinaria continúa engrasada. Nuno avisó del cansancio de algunos de sus jugadores, pero desde que aterrizaron piezas como Otamendi o André Gomes, los fisioterapeutas no han tenido descanso para que hoy vuelen, como en la etapa previa ante el Elche CF.

La «apisonadora» que fue el cuadro blanquinegro aquella tarde será difícil de repetir hoy, ya que el Villarreal no gana lejos de su estadio desde el 14 de diciembre, ante el Atlético de Madrid, pero Nuno Espírito quiere que nadie se confíe porque sería engañarse a sí mismo. Les espera un rival que, salvo cambio de guión, tratará de robar el balón como hizo en el Bernabéu para arañar un punto que pudieron ser perfectamente los tres. En el Camp Nou solo cambió del guión el final, pero la filosofía fue la misma, y así será esta tarde en Mestalla. El Valencia no ofrecerá sorpresas en su alineación, Marcelino será fiel a sus rotaciones, pero no cambiará un estilo que le ha valido para asentarse en la élite y pelear un ejercicio más por continuar en Europa.

En el vestuario blanquinegro confían en el triunfo, pero no será fácil ante un valiente «Submarino» dispuesto a frenar al Valencia.