A las 12.10 abandonaba la Ciudad Deportiva José Luis Gayà ocupando el asiento del copiloto del vehículo del doctor Juan Albors. Rostro serio. A la salida se agolpaban una hilera de aficionados, pero el coche no se detuvo porque tenía cita en la clínica del Centro de Rehabilitación de Levante. Una hora después regresaba, pero la sonrisa en el rostro delataba que consigo traía buenas noticias.

El pinchazo que sintió en el partido contra el Villarreal CF hizo temer al cuerpo médico por si tenía una rotura muscular, ya que podría perderse gran parte del final de temporada, pero Gayà recibió buenas noticias para lo que preveía, ya que le diagnosticaron una lesión de grado 1 en el bíceps femoral de su pierna derecha, por lo que sólo se ausentará, si evoluciona bien, el partido de mañana ante el Athletic y el del lunes contra el Levante UD. Todos los esfuerzos ahora los va a poner para estar a disposición de Nuno en el duelo frente al FC Barcelona del 18 de abril.

A la salida el lateral de Pedreguer no ocultó el respiro que dio cuando le comunicaron la lesión, ya que se temía lo peor. Cuando los aficionados le preguntaban sonreía. No era para menos. Aunque a Gayà le encantaría subirse hoy al avión que llevará a sus compañeros a Bilbao, ya que todos los partidos son cruciales para lograr el objetivo de clasificarse para disputar la Champions del próximo ejercicio, lo importante era descartar una lesión grave. En los dos encuentros en los que va a ausentarse, el entrenador portugués tendrá que decidir si le reemplaza Lucas Orban o Salva Ruiz, que está trabajando con el primer equipo al estar haciendo una gran temporada con el filial.