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La pizarra de Javier Subirats

Gran defensa y errores arbitrales mayúsculos

Gran defensa y errores arbitrales mayúsculos

El Athletic buscaba la posibilidad de llegar en este último tramo de liga a las posiciones que te dan el pasaporte para la Europa League. El Valencia jugaba de nuevo con la presión de saber que sus más directos rivales habían saldado con victoria sus respectivos encuentros. Y esa presión y esa tensión se vio reflejada a lo largo del partido. Pero fue una presión controlada y que le hizo estar superconcentrado durante todo el partido. No era un partido para florituras sino para estar compacto y pétreo en defensa y salir con peligro cuando la ocasión lo requería. La consistencia defensiva que mostró el equipo en el día de ayer fue fantástica. Impecables los centrales y los laterales en esa función, ayudados como no, con las ayudas defensivas de Javi Fuego. La primera parte fue de un control total de los sistemas defensivos que superaron en todo momento a los sistemas ofensivos, que hacía que los equipos a duras penas podían llegar a las inmediaciones del área contraria. Tan solo con acciones a balón parado se acercaban a las áreas contrarias. El juego era muy directo para no propiciar errores en el centro del campo y eso hizo que el juego no fuera lucido. El Valencia era el equipo que daba la sensación de estar algo más tranquilo e intentaba controlar algo más la parcela central con acciones de André Gomes y de Rodrigo. Tuvo que superar el Valencia la lesión de Piatti que fue sustituido por De Paul. Esta acción dejaba algo mermada esa banda izquierda del equipo porque recordemos que Gayà y Piatti han sido los desatascadores de muchos partidos abriendo el campo por ese costado. De Paul pasó a jugar detrás de Alcácer y Rodrigo se vino a jugar en la posición de extremo izquierdo. Pocas ocasiones en esta primera parte. Tan solo destacar un tiro imprevisto de Alcácer que no pudo blocar Iraizoz. Por el bando bilbaíno una prolongación de Gurpegi a saque de esquina de Ibai. Se llegó con el 0-0 al descanso. La segunda parte se preveía algo mas intensa. Y así fue. Amagó por dos veces el cuadro bilbaíno. En una Etxeita remata un saque de esquina y Alves detiene bien colocado. En la siguiente Aduriz cabecea un buen centro de De Marcos y con Alves batido es Otamendi el que saca el balón cuando estaba a punto de cruzar la línea de gol. Fueron dos amagos pero el que golpeó fue el Valencia. Rodrigo se interna por la izquierda , tiene suerte en el primer rebote y cede a Alcácer que deja pasar muy inteligentemente el balón para que le llegue a De Paul que con una gran tranquilidad y buena calidad técnica ajusta su disparo con el interior al fondo de la red. Era el soñado 0-1. Los tres puntos estaban cerca. Había tan sólo que consolidarlo. El Atleti no tenía otra que quemar todas sus naves. Ya había salido Beñat y salieron más tarde Borja Viguera y Susaeta. Por el Valencia Negredo salía por Alcácer. Los leones iban a buscar el gol del empate. Aunque para ello dejaran espacios para los valencianistas que en esta fase del partido estaban mucho mejor situados y mucho más tranquilos. El Athletic le ponía corazón y empuje pero el Valencia era el que tenía las ocasiones para sentenciar el partido. Rodrigo hasta en tres ocasiones estuvo a punto de aumentar el marcador; una a pase de Negredo y las otras dos a saque de faltas con un disparo que rechazó Iraizoz con el pie y la otra que encontró también la respuesta de cancerbero bibaino tras saque de falta de De Paul. Ahí pudo sentenciar el Valencia. Pero en el 37 de la segunda parte viene la injusta expulsión de Otamendi. Jugada decisiva para el devenir del encuentro. Otamendi toca primero el balón y recibe la patada de San José. No vi la acción para una expulsión. Nuno reaccionó y sacó a Cancelo por Rodrigo recomponiendo la defensa con Orban de central. Y prácticamente acabando otro error decisivo en contra del Valencia. Primero Aduriz le gana la visión del bote del balón a Orban y su centro lo remata Viguera con Alves batido. Pero el balón da en el poste y Aduriz en clarísimo fuego de juego consigue el empate. El gol no debió de subir nunca y le quita dos puntos al Valencia de forma inmerecida. Todos los puntos son importantes pero los de ayer eran para dar un salto cualitativo importante y dos decisiones equivocadas le impiden al cuadro ché dar un salto poderoso. El equipo mostró una gran disposición defensiva y una serenidad y templanza fabulosas. Supieron controlar y golpear cuando la ocasión era propicia. Pero hay situaciones que no se pueden controlar. El equipo sigue vivo y se tiene que pelear hasta el final por la Champions.

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