Hay ganas de derbi. Por la renacida rivalidad, por el buen momento de juego de Valencia y Levante UD y también por las necesidades clasificatorias de los dos conjuntos. Unos ingredientes con los que se prevé un espectáculo competido en Mestalla. El favoritismo recae, por su mejor posición en la Liga, potencial y condición de local en el conjunto de Nuno Espirito Santo. Los valencianistas están ansiosos por volver a instalarse en la inercia arrolladora de la que ha venido haciendo gala en Mestalla, tras ralentizar su paso con dos empates consecutivos con polémica arbitral. Vuelve Dani Parejo a los mandos, pero tres de los principales referentes blanquinegros se pierden la cita. Los zurdos Gayà y Piatti por lesión y Nico Otamendi por su tan debatida expulsión en San Mamés. Un lance, como el gol en fuera de juego de Aduriz, que marcará la presión ambiental que se respire en el campo más antiguo de Primera división. El objetivo en los locales no es otro que ganar y abrir distancia de tres puntos con el Sevilla y situarse a únicamente uno de la tercera plaza del Atlético de Madrid.

El partido también se presenta como una oportunidad preciosa para el Levante UD y dar un paso de gigante en sus aspiraciones por salvarse. Los «granotes» están todavía en posición de peligro pero su pulso en el último mes ha vuelto a ser enérgico, con un rendimiento que ha enganchado a la causa a la totalidad de la plantilla. Además, los de Lucas Alcaraz están especialmente animados ya que vienen de firmar dos de los mejores partidos de la temporada: la goleada 1-4 en Almería y la derrota, injusta y que supo a triunfo, por 1-2 ante el Sevilla. En los visitantes vuelve „aunque inicialmente se sentará en el banquillo„ Víctor Camarasa. A pesar de las dificultades, existe el convencimiento en el levantinismo de que su equipo será capaz de plantar cara y ser competitivo ante un Valencia al que ha sabido tutearle en los últimos años que han redefinido la dimensión del derbi.

Por historial, palmarés, presupuesto y masa social las distancias entre el Valencia y el Levante UD son todavía muy profundas. Sin embargo, la competencia se estrecha significativamente en los duelos directos entre los dos conjuntos en Primera. El derbi valenciano es una cita cada vez más igualada. Se decanta del lado valencianista, pero con un protagonismo acentuado de la parte granota en los últimos precedentes. De 19 enfrentamientos, el balance arroja un saldo de 8 victorias del Valencia, por 5 empates y 6 triunfos levantinistas.

Por regla general, los dos conjuntos han impuesto un mayor dominio en sus estadios. Mestalla es de momento inexpugnable para los levantinistas. El primer duelo ya se desniveló con un espectacular 5-3 en el coliseo valencianista, un 28 de septiembre de 1963. En la primera mitad los valencianistas ya vencían por 4-1 con dos tantos de Guillot, uno de Roberto Gil y otro de Suco. Wanderlei y el capitán Camarasa maquillaron el tanteo en el último tramo de encuentro, en el que Guillot redondeó su triplete.

Esa tendencia con seguiría en el otro enfrentamiento de los años 60 y en el renacido derbi en la pasada década. Sin embargo, el Levante UD frenaría la hemorragia con cuatro empates consecutivos en el feudo blanquinegro. Así sucedió en la campaña 2007-08 (0-0 con De Biasi en el banquillo azulgrana), otro igualada sin goles en la temporada 2010-11, que rubricó la permanencia del conjunto que entrenaba Luis García Plaza, un 1-1 en la temporada 2011-12 con gol de Arouna Koné, en el encuentro en el que, quizás, más cerca estuvo el Levante UD de vencer en Mestalla. Más fortuna del lado azulgrana hubo en la 2012-13. Un resbalón de Mathieu permitió a Barkero empatar en el último suspiro después de un encuentro de neta superioridad local. El Valencia se resarció el curso pasado, con un 2-0 en el estreno de Pizzi como técnico de Mestalla.

Por contra, los tres últimos años el Levante UD ha recortado mucho camino estadístico al Valencia en los duelos en el Ciutat de València. Tres victorias por 1-0 (gol de Martins, 2012-13), 2-0 (Ángel e Ivanschitz, el año pasado) y el reciente 2-1 de esta campaña recordado por el bello gol en jugada individual de José Luis Morales en la jugada posterior al empate de Parejo.

Este triplete levantinista devolvió el derbi a la tónica de sus primeras entregas en Vallejo, en las dos temporadas del Levante UD en la máxima categoría en los años 60. Se podría conjeturar que el levantinismo, que espera cada año al Valencia como el gran encuentro del año, ha compensado su menor potencial con un mayor entusiasmo, respecto a la visión, más relajada, con la l que el derbi se ha vivido en las filas del Valencia. En la campaña 63-64 un solitario gol de Domínguez dio el triunfo a los recién ascendidos y, un año después, el Levante UD reafirmaría su superioridad con un 2-1 (Domínguez y Rivera), en el que el valencianista Waldo sólo pudo descontar en el minuto 88.

Con el nuevo milenio, ya en Orriols, la temporada 2004-05 deparó un 0-0 aburrido pero recordado por la rabona de Pablo Aimar, el mejor gesto técnico de la historia de este derbi. En la 2006-07 se vivió la primera gran victoria levantinista en la historia reciente sobre su vecino. El 4-2 de la gran tarde de Mustapha Riga. Fue el preludio a la mejor racha valencianista en suelo «granota», con tres triunfos seguidos. El incontestable 1-5 de la 2007-08, el 0-1 decidido con un gol de Mata en los últimos instantes en posición dudosa y el 0-2 que cortó el fulgurante inicio de campaña del Levante UD de Juan Ignacio Martínez en el curso 2011-12. En total, se han contabilizado 29 goles a favor del Valencia, por 20 del Levante UD. Esta noche, la vigésima entrega de un derbi en expansión.