A las 19.45 entró Peter Lim por una puerta lateral del estadio, junto a su esposa Cherie, en una comitiva en la que también estaba Kim H. Koh. Caminando por la banda, el máximo accionista de Meriton fue saludando a los gritos de los aficionados que más madrugaron, antes de ser recibido por Lay Hoon, que les esperó en el túnel de vestuarios. Lim va a estar unos días en la ciudad, para luego desplazarse al Camp Nou donde „si no surgen cambios en la agenda„, ver el partido ante el FC Barcelona en directo.

El partido comenzaba a las 20.30 horas, pero quince minutos antes, ya con el medio millar de seguidores del Levante UD sentados en sus asientos, comenzó el derbi entre las aficiones. Desde el fondo de la Curva Nord, mientras los futbolistas realizaban los últimos ejercicios de calentamiento, comenzaron los cánticos dirigidos a la afición rival: «Valencia es blanquinegra, Valencia es blanquinegra», «A Segunda, a Segunda Oe» y «Es un p? sapo el que no bote». Eran mayoría, y eso causaba que la réplica visitante no se escuchara con nitidez por parte del resto de aficionados presentes en el coliseo de Mestalla. Cuando intentaban «imponer» sus cánticos desde la grada visitante, los locales silbaban en un gesto que les servía para demostrar quién era el equipo local.

Y uno de los momentos cumbre se produjo cuando los 22 futbolistas salieron al terreno de juego acompañado del equipo arbitral, ya que desde el fondo donde se ubica la «Curva Nord» se plasmó un tifo con los colores blanco y negro, acompañado por una pancarta en la que se podía leer: «Una ciudad, dos únics colors». Los jugadores del Valencia CF no pudieron evitar levantar la cabeza para ver el mosaico, otro elemento más de motivación que iba más allá de los estrictos tres puntos. Desde el primer minuto ambientaron con cánticos el derbi, como es habitual en cada partido de Mestalla. Antes de que Meriton formalizara la compra del club, los representantes asiáticos ya vibraron con el ambiente, comprobando ayer que no es una situación que únicamente se vive ante los rivales más potentes de la liga.

Todo iba dentro de la normalidad hasta que en el minuto 9 de partido, Paco Alcácer envió un balón al fondo de las mallas tras pase de Feghouli, que el árbitro asistente invalidó levantando la bandera por fuera de juego, lo que provocó la ira de toda la parroquia de Mestalla: «Hasta los huevos, estamos hasta los huevos, hasta los huevos» y «corrupción en la Federación». Rápidamente, quien siguió el partido por la radio escuchó que con las imágenes repetidas no era fuera de juego, por lo que aumentaba el enfado. No fue tan claro como el de San Mamés, pero no estuvo exento de polémica. Tres minutos después, como es habitual en el minuto 12 de cada parte, un grupo coreó «Tebas vete ya, Tebas vete ya».

La rivalidad en la grada volvió a vivirse cuando desde uno de los fondos se coreó «vosotros sois cuatro gatos, sois cuatro gatos», en alusión a los hinchas del Levante UD. Pero cuando, ya mediada la primera mitad se volvió a escuchar el cántico de «A Segunda oe, a Segunda oe», provocaron la reacción de parte de la afición, con silbidos en señal de reprobación.

En el segundo gol del Valencia CF, anotado por Feghouli tras centro de Orban, también se podía discutir en el pase de André Gomes a Orban, de si estaba o no en posición legal, pero en esta ocasión, el enfado de los aficionados del Levante no se escuchó al estar en minoría.

Aunque no se colgó el cartel de no hay billetes sí hubo una gran entrada a pesar de jugar lunes, eso sí, gran parte de los seguidores llegó sobre la campana, de ahí los huecos vacíos a escasos minutos del inicio. Y hoy, en las tertulias, presumirán los valencianistas. Un derbi es lo que tiene.