­Son pocos los futbolistas que vivieron la última tarde en el Camp Nou. Nadie apostaba por un Valencia CF en plena revolución del vestuario diseñada con la ilusión de alcanzar la zona europea que no se logró. No fue una noche fácil mientras se mantenían conversaciones con futbolistas que el club quería traspasar y al día siguiente eran titulares. Que el fútbol sea imprevisible le da riqueza. Aquellos tres puntos al equipo blanquinegro no le valieron, pero con el paso de las jornadas al cuadro azulgrana le hubieran aupado al título de liga. Ya son palabras mayores. ¿Por qué no se puede repetir la gesta? Primero hay que creer, convencerse con el plan adecuado de trabajo y luego saber interpretarlo a pie juntillas, sin salirse del guión del primer minuto hasta que el árbitro dé por finalizado el partido.

La afición mantiene vivo ese 2-3, lo que se consideró una gesta, expresando la irregularidad que caracterizó al Valencia CF con Pizzi como director de orquesta. Era capaz de ganar al Barça o de perder ante un rival bastante inferior. La historia de esta tarde en el Camp Nou, en un partido que se disputa a una hora que agrada en Europa y Asia, pero que quizá no se adapte tanto a la cultura local, será diferente. El Valencia CF de hoy no ha entrado en un proceso de «descomposición» como parecía hace unos meses, precisamente en el mercado invernal de 2014 fueron poniéndose las bases para cimentar un proyecto sólido, pero seguramente eso también alerta a un FC Barcelona que tras dejar escapar un 0-2 en el Sánchez Pizjuán y «bailarle» al PSG en su casa, tiene activada la luz de alarma para la visita de hoy. Luis Enrique ya se ha encargado de advertir, en privado y en público, de la importancia que tienen hoy los tres puntos en juego. Están alerta, pero el Valencia CF también se presenta convencido de que repetir la proeza es posible.

No hay que irse tan lejos en el tiempo, al curso pasado para coger confianza, basta con recordar el duelo que ambos disputaron en Mestalla. Ganó el cuadro que dirige Luis Enrique con un gol de Sergio Busquets sobre la campana, en uno de esos partidos que a la afición le dolió perder, pero a la vez le reforzó en autoestima. Ni Messi, ni Luis Suárez ni Neymar visten la elástica blanquinegra, pero no pasa nada. Nuno ha trazado un plan para «desactivar» el potencial del Barça en su juego interior. Con la salvedad de la sesión de ayer, en la que fueron los propios jugadores los que escogieron «su» equipo para realizar la «pachanga»

„así lo denominan ellos„, el Valencia CF es consciente de la importancia de echar el candado a su portería€ un partido más. La solidez se ha cimentado desde la defensa, pero no enfocando únicamente a la línea de cuatro atrás o al cancerbero, sino desgranando una maraña defensiva que comienza desde la boya de ataque. Ahí aparece la figura de Alcácer, que será la referencia, escoltado por las bandas por Rodrigo y Feghouli. En las reflexiones que ha tenido Nuno con la plantilla se ha hablado de concentración, atención, solidaridad, ayudas al compañero€ sólo así aumentarán las opciones para arañarle puntos al líder. «La manada es la fuerza del lobo», recordó en su día Quique S. Flores, parafraseando a Rudyard Kipling. Ese es el camino.

Teixeira Vitienes, a la «nevera»

El Comité Técnico de Árbitros le da otra jornada de «descanso» a Fernando Teixeira Vitienes por tercera jornada consecutiva.