Habían pasado 50 minutos desde que acabó el partido en el Camp Nou cuando enfrente de la puerta siete del estadio, los dirigentes del Valencia CF que vieron el duelo en directo se relamían por tener a dos centrales como Nico Otamendi o Mustafi. «Me atrevería a decir que es el mejor central, ahora mismo de Europa», se llegó a comentar en un corrillo, antes de subirse al autocar con dirección al aeropuerto de El Prat.
No es fácil frenar a Luís Suárez, Neymar o Messi, que se retiraron al vestuario teniendo menos ocasiones de gol que en cualquier partido anterior disputado en su estadio. Los elogios hacia el central argentino iban en aumento cuando se rememoraban los duelos mano a mano con Leo Messi, al que ganó en cada uno de sus duelos individuales yendo al límite, sin arrugarse, como hace siempre. La actuación del «23» fue estelar, reforzando así la inversión que hizo la dirección deportiva al ficharle del Oporto por 12 millones de euros fijos más tres opcionales. Su cotización ha subido, eso lo saben los ejecutivos del club, de ahí que a final de temporada „o una vez se concrete la clasificación para disputar la próxima edición de la Champions„ se reunirán con su representante para revisarle el contrato.
A Rufete y Ayala no les tembló el pulso cuando decidieron cerrar la operación con el Oporto, con independencia de que al tener el cupo de plazas de jugadores extracomunitarios no pudo incorporarse hasta el pasado mes de julio, ahora su valor de mercado es bastante superior. En la entidad no son ajenos al interés que otros clubes económicamente más potentes de Europa tienen en el defensa argentino, pero en las reuniones de planificación de la plantilla que ya se han celebrado, se ha llegado a la conclusión de hacer todo lo posible para que Otamendi siga en la plantilla la próxima temporada. Reconocen que no es fácil encontrar a un defensa central de su perfil, con su personalidad atrás, con jerarquía y que despierta el respeto de los rivales cuando se disponen a encararle porque saben que no va a ser nada fácil.
A alguno de los dirigentes les gusta realizar la comparación con el «Ratón» Ayala, que arribó al Valencia CF procedente del AC Milan. Allí no era muy protagonista, y aunque llegó un verano en el que contempló un cambio de aires, acabó convirtiéndose en un referente en la defensa del equipo. Hacía tiempo que el cuadro valencianista no tenía un zaguero con ese perfil, motivo por el cual van a hacer todo lo que esté a su alcance para seguir teniéndole en la plantilla el próximo curso.
La importancia de estar en Champions
En la plantilla son plenamente conscientes de la importancia que tiene para el Valencia CF lograr la clasificación para la Champions la próxima temporada; bien de forma directa con el tercer puesto o superando la eliminatoria previa. No es únicamente un tema económico sólo, cuyos ingresos estimados se moverían en unos parámetros mínimos de 20 millones de euros, también en el plano deportivo.
La llegada de Peter Lim ha significado en la entidad una estabilidad financiera que no hubo en los últimos años, pero la UEFA impuso una normativa de «fair play» financiero. Y esto implica que hay un porcentaje máximo de inversión destinada a la plantilla en función de los ingresos presupuestados, disputando la Champions se podría destinar más dinero a la confección de la plantilla „incluyendo en este capítulo las renovaciones contractuales, entre las que estaría la de Otamendi„ y aumentaría el deseo deportivo de los futbolistas por quedarse, al disputar la máxima competición continental. Clubes como el Manchester United, City, Liverpool, equipos de Italia e incluso el Real Madrid se han interesado por su situación contractual. Conscientes de que esos clubes pueden ofrecerle un contrato económico superior al que tiene actualmente, la dirección deportiva hará un esfuerzo dentro de sus posibilidades porque no le quiere dejar escapar, utilizando también otras armas persuasivas para que esté feliz en todos los niveles. En el vestuario consideran que Otamendi «será lo que él quiera si mantiene su concentración». No le ven límites y en el Camp Nou realizó un partidazo que deslumbró a todos menos a los que más le conocen, como Rufete y Ayala, que se sentarán con su representante a final de curso para proponerle una revisión de contrato.
