Nuno, a falta de pocos minutos para las diez de la mañana, saltó al campo de entrenamiento. Allí, mientras conversaba con el preparador físico, vio como de forma distendida los futbolistas iban acudiendo al terreno de juego. Todos. La enfermería, dos meses después, está vacía. Quizás por ello, al técnico se le congeló ayer la sonrisa en la cara. Olvidada la derrota contra el Barcelona, en la vuelta al trabajo tras dos días de descanso, Nuno recibió a los jugadores satisfecho por el buen trabajo realizado ante el líder. Pero fue cuando vio a Pablo Piatti junto al grupo cuando esbozó una cómplice risita. El técnico, por fin, tiene a toda la plantilla disponible y prevé que podrá diseñar la alineación para el partido contra el Granada sin ningún tipo de limitación. Y es que, tampoco hay ningún futbolista sancionado. Disponer de todos los efectivos, además, permitirá al portugués abrir sus miras más allá y no sólo pensar en el Granada (lunes) sino poder planificar la exigente semana en la que se medirá al Rayo Vallecano en Vallecas (jueves) y recibir tres días después en Mestalla al Eibar (domingo). Una trilogía de partidos para la que se ha conjurado la plantilla. En el vestuario se quiere conseguir sumar los nueve puntos como sea. Ese es el reto. En el grupo se considera que, aupados por la fuerza de Mestalla, se ganará a Granada y Eibar mientras que es la visita a Vallecas la que más dificultad entraña.

Los jugadores están preparados y convencidos para poder amarrar la cuarta plaza y defienden que ir al Bernabéu con el aval de haber ganado los tres anteriores partidos y 74 puntos en el casillero, es importantísimo. Y es que, en la recta final del campeonato el valor de cada punto en mayúsculo. Precisamente, en la trilogía de partidos que se avecina, el Valencia jugará siempre sabiendo el resultado de sus rivales „del tercero que es el Atlético y del quinto que es el Sevilla„ y eso puede influir indirectamente en la motivación y predisposición con la que se afrontan los choques.