Llegó al Valencia CF en categoría alevín, con sólo 16 años realizó una pretemporada con el primer equipo. Estaba en una nube pero no era consciente de la realidad, que conoció de primera mano en su cesión al Tenerife. Quizá su participación no fue de la mano al crecimiento que tuvo y que le ha permitido unos meses después entrenar a diario a las órdenes de Nuno. El fútbol es su pasión, pero el tiempo libre le gusta ocuparlo en la facultad, estudiando la carrera de Educación Física. «Los deportes son mi pasión y es lo que más me gusta en la vida», cuenta Salva, antes de desvelar la importancia que tiene para él estudiar una carrera.
«Creo que es bueno para mi como persona tener estudios y una base detrás», asegura el futbolista, que sorprende a algunos compañeros de pupitre, al verle «entrenar a diario con futbolistas como Alcácer, Negredo€ y luego verme entre ellos». Salva está en Primero, se ha matriculado de cuatro asignaturas, y mientras le encanta Anatomía, cuando llega el turno de Fisiología debe multiplicar sus esfuerzos para interiorizar la multitud de conceptos que hay. Aprende conocimientos que también puede implementar a su día a día como futbolista: «A mi la carrera me puede hacer que mejore en mi tarea deportiva, a cuidar más la alimentación, ves cómo le sacas más provecho del descanso€».
En el aula es uno más, sin diferencia de trato del profesorado, como sí le ocurría en su etapa en el instituto. Algún compañero sí le ha pedido hacerse alguna fotografía con alguno de sus ídolos, como Alcácer, pero él tiene bien claro que para triunfar en el mundo del deporte ha de tener siempre los pies en la tierra y ser fuerte mentalmente. «En el deporte, para mí, lo más importante es la cabeza y tener los pies en la tierra. No porque hayas vivido más cosas que los demás te tienes que sentir así. Y cuando me refiero al tema mental lo hago porque la confianza en el jugador es casi más importante en muchos momentos que tu estado físico o la calidad que tengas. Si tienes confianza te atreves a todo, cuando no tienes te hundes y de ahí no sales».
Hasta ahora, el lateral de Albal considera que «está siendo un año muy positivo en todos los sentidos. Para mi este año está siendo el de mayor crecimiento. Me está dando confianza tanto mi juego como el Valencia CF con su posicionamiento, con el paso que dio de subir a entrenar con el primer equipo. Diría que está siendo mi mejor año». Seguramente su progresión no habría sido la misma de no haber salido cedido al Tenerife unos meses, aunque no jugó lo que esperaba, Salva considera que «me vino muy bien para mejorar aspectos como la intensidad o darle más importancia a la faceta defensiva. Y en el aspecto de irme fuera de casa, estar lejos de mis amigos y de mi familia también me hizo más fuerte. Me sirvió de mucho la cesión y recuperé la confianza».
La dirección deportiva que encabeza Rufete decidió en enero que Salva y Tropi subieran a entrenar a diario con el primer equipo, y Nuno decide si juegan con el filial. Para el lateral ha sido fácil adaptarse porque «los compañeros te hacen sentir como en casa, hay un grupo muy bueno y en las concentraciones hay buen ambiente». Él ha viajado con el equipo a San Mamés, ya estuvo en Eibar, y en esos momentos es cuando piensas que «de aquí no puedes salir y me quiero quedar toda la vida. Cuando acaba el partido tienes ganas de ir a entrenar al día siguiente para trabajar a tope». Agradecen también la atención que les presta Nuno, y tiene claro que ahora la política de ascensos al primer equipo «es bueno para nosotros».
La situación que está viviendo Salva la vivió la temporada pasada Gayà, de ahí que le considere un ejemplo: «Él vivió una situación parecida a la mía el año pasado, subió en invierno y al año siguiente se ha consolidado, sí puede ser un ejemplo a seguir. Para mi sería perfecto seguir los pasos de Gayà y hacer lo mismo que él, estar medio año entrenando y al año siguiente ser titular, aunque sé que no es nada fácil». Por su mente sólo pasa «crecer día a día, mejorar y pelear». Ha vivido momentos delicados, momentos en el que sus padres estuvieron con él, aprendió a esforzarse a diario y apretar, «y que no baje tu autoestima es muy importante para el jugador». ¿Su próximo objetivo? Primero certificar la permanencia del filial y por qué no, debutar con el club de toda su vida€ aparte de ir aprobando los exámenes cuando acude a las aulas.
