Dejó el club de su vida cuando apareció la oportunidad del Aston Villa, sus participaciones en el Valencia eran intermitentes y no acabó de dar ese nivel que realmente lleva dentro. Carles Gil no dudó en fichar por el Aston Villa, la Premier League iba a ser su próxima parada por empeño del técnico Paul Lambert, que le quería sí o sí. Nada más llegar fue titular, su rendimiento atraía los titulares de los periódicos y llegó a ser considerado el mejor jugador del partido en dos partidos, uno de ellos ante el Chelsea, que ayudó a ser el «jugador de la semana de la Premier». Sentía el cariño de la afición, de sus compañeros, pero el club de Birmingham no ganaba? y su principal valedor fue destituido. A partir de ahí, a finales de febrero, Carles inició un calvario que no entienden ni sus compañeros. Tim Sherwood no cuenta con él, pero en lugar de romper a llorar, el valenciano se ha tomado este reto para ser mejor futbolista en el futuro.
Sufre en silencio, pero trata de asimilarlo. Hasta ahora no había vivido la cara más amarga del fútbol. No encuentra explicación, pero el vestuario le arropa. Es joven, sólo tiene 22 años, y sus excelentes actuaciones hasta que fue «cortado» por el nuevo entrenador le van a permitir seguir creciendo en la Premier la próxima temporada, quién sabe si en otro club. Combinó minutos brillantes en partidos ante rivales exigentes, como el Liverpool o el Chelsea, por eso muchos técnicos se preguntan por qué no juega. Como hace él. Arropado por su familia y sus representantes, Carles no baja la guardia en los entrenamientos, consciente de que su obligación es exigirse al límite. No es fácil ver cómo en una acción marca un gol y no recibe ni un guiño de su técnico, que sí tiene sobre todo con jugadores ingleses, su principal apuesta en el objetivo de lograr la permanencia en la élite. Con el relevo en los banquillos, al pasar del «todo» a la «nada», sufrió muchísimo. Pero nunca ha estado sólo.
Esa ilusión que fortaleció su autoestima cuando se despidió de sus compañeros para iniciar un nuevo proyecto le han obligado a apartarla, pero Carles ya ha comenzado a sacar fuerza para demostrar cuando le den la oportunidad que la decisión tomada con él no ha sido la más correcta. A todos les descolocó esa situación, que como él recalca a sus amigos, «me va a hacer más fuerte para el futuro». Tras acaparar la atención de todos en un inicio brillante con el Aston Villa, Tim Sherwood no cuenta con él, atrayendo esos focos que se dirigían entonces al centrocampista valenciano hacia él.
Desde la distancia, Carles tiene ahora mismo dos frentes abiertos; quiere ayudar en lo que pueda a la permanencia del Aston Villa, y por qué no, en la final de la FA Cup, pero también „como así se lo transmite a los amigos que ha dejado en el vestuario blanquinegro„ anima al Valencia CF para que regrese a la Champions. En ningún momento pensó que sería tan duro, pero ver cómo hay clubes de la Premier que ya contemplan su fichaje para la próxima temporada le refuerza a seguir peleando, aunque sea en solitario, sin poder regalarle a la afición esos minutos de magia que les dejó boquiabiertos en su estreno en Inglaterra. Quizá con la elástica blanquinegra no acabó de dar lo mejor de él, pero se adaptó rápido a la Premier y brilló actuando por la banda derecha de la medular o por dentro. Poco a poco ha ido forjándose una coraza que le hará mejor futbolista en el futuro, este proceso le está ayudando a madurar. Carles tiene un sueño, triunfar en el fútbol, y está convencido que con trabajo lo logrará, a pesar de los obstáculos que aparecen en su camino.
