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­Supongo que guardará el balón como un tesoro...

Por supuesto. Me lo quedé y me lo firmaron todos mis compañeros. Me lo guardo como un gran recuerdo, como el primer «hat-trick» que he logrado.

«Hat trick» viene referido a un triplete. A sus cinco goles habrá que buscarles otra nomenclatura...

(Risas). Lo llamaremos repóquer trick.

En todo caso, estamos ante un hecho bastante insólito en el fútbol de competición...

Pues sí. La verdad es que el equipo estuvo muy bien. Muy sólidos en defensa y en ataque después de estar toda la temporada sufriendo serias dudas de cara a gol, en este partido nos salieron bien las cosas, con ocho goles a favor.

¿Es la primera vez que marca cinco goles o hay que remontarse a categorías inferiores?

No marcaba tantos goles desde que era un niño pequeño. Entonces había un pelín más de superioridad con los chavales del pueblo, jugando en la calle. Pero a nivel serio sí, es la primera vez.

Una explosión goleadora así debe retornarle a eso, a disfrutar del juego igual como se hacía en la infancia...

Era una sensación muy parecida. Cuando llevaba tres o cuatro goles sentía que, si podía seguir jugando, hubiese llegado a marcar diez, quince goles. Todo lo que hacía me salía bien, era gol. Tenía mucha confianza.

¿Qué factores intervienen para que se tenga una tarde tan inspirada?

Marqué en el primer minuto, con una buena jugada del equipo y un pase de la muerte. Eso te hace coger mucha confianza. Además, hay que tener en cuenta que el Zaragoza B estaba debilitado porque ya era equipo de Tercera división y no se jugaban nada. Eso también fue un aliciente para que me sintiera más cómodo y con espacios para marcar goles.

El Zaragoza B estaba descendido pero el Mestalla se jugaba la salvación y con una racha de seis partidos sin ganar.

Sí, llevábamos demasiados partidos sin conocer la victoria y ya nos tocaba. Teníamos que ganar para conseguir el objetivo y la verdad es que el equipo respondió bien, convencido desde el primer minuto de que se podía hacer. Lo conseguimos y de qué manera.

¿Qué balance haría de la temporada?

Ha sido una buena campaña. El grupo tercero de Segunda B es un bloque muy igualado. Si miras la clasificación, la salvación se ha dado con 45 puntos y el Mestalla el año pasado hizo el «playoff» de permanencia con 40. Ha sido una temporada extraña porque los equipos han puntuado mucho y se ha encarecido la salvación. Hasta el final muchos equipos se han visto implicados en el ascenso y el descenso. Es positivo para el fútbol.

¿Con 11 goles y capitán en su primer año, está contento con su estreno valencianista?

Bueno, mis compañeros me dicen que he maquillado la temporada, que no había sido buena a nivel de goles. Pero estoy muy satisfecho porque he aprendido muchas cosas en el Valencia, con alguna experiencia de ir con el primer equipo... La estancia es muy positiva.

¿Cambia mucho pasar del Reus al filial del Valencia, aunque estén en la misma categoría?

El cambio es grande. El Valencia es uno de los mejores clubes de España. Está al alcance de muy pocos venir aquí. La presión de jugar en el Reus, donde había salido como juvenil, a hacerlo en el Mestalla, que te juegas la vida y puedes subir al primer equipo en cualquier momento, es lo más bonito. Yo me planteo seguir aquí, donde estoy muy contento. Si se mantiene el mismo bloque, podemos hacer una buena temporada.