Otro diseño que va directo a la papelera. De la maqueta del Nou Mestalla que se presentó a bombo y platillo el 10 de noviembre de 2006, proyecto que debía cristalizar en mayo de 2009, al estadio que se acabará de construir en la avenida de las Cortes, la sensación es que lo único que se parecerá va camino de ser la ubicación. Nada más. Uno de los compromisos adquiridos verbalmente por Meriton cuando se hizo con la mayoría accionarial del Valencia CF fue tener terminado el estadio para celebrar allí el centenario, y en ello está una comisión del club capitaneada por Christian Schneider, que ya ha decidido realizar un nuevo proyecto de estadio. Es más, según ha podido saber Levante-EMV, una opción que gana fuerza en la zona noble de la entidad va más allá, ya que se contempla seriamente cambiar incluso de arquitecto después de las reuniones mantenidas con Mark Fenwick, autor desde el principio de la maqueta inicial, y las modificaciones siguientes.
Ya tendría que llevar seis años de uso un estadio «que iba a romper moldes», según se aseguró el 10 de noviembre de 2006, iba a «ser un icono», apuntó Juan B. Soler. O como reflexionó aquel día Mark Fenwick, «nos plantearon hacer el mejor estadio de fútbol cinco estrellas del siglo XXI, y les aseguro que el del Valencia CF va a reunir todas las condiciones para ser catalogado así. Será un estadio espectacular para todos». Esa explosión de alegría e ilusión fue adquiriendo un tono negro, cuando el 26 de febrero 2009 se pararon unas obras iniciadas el 1 de agosto de 2007. No había más financiación. Con Manuel Llorente en la presidencia, se acordó con Bankia un préstamo de 140 millones de euros estimados para finalizar las obras, aunque pasó el tiempo y no se movió ninguna piedra más. Se apuntó a la «crisis económica», y con la llegada de Amadeo Salvo se le demandó a Fenwick un nuevo proyecto reduciendo los costes notablemente. La presentación del 13 de noviembre de 2013 con 60 millones de euros menos de los estimados para finalizarlo incorporó novedades, pero no se avanzó. Otro proyecto que ha quedado en papel mojado.
La llegada de Schneider en enero de 2015 significó una serie de reuniones, varias de ellas con Fenwick, en las que debía presentar un proyecto que se ajustara a las necesidades futuras, pero sobre todo enfocado a maximizar comercialmente cualquier rincón del estadio. Adecuarse tecnológicamente es otra exigencia. Junto a Luis Cervera han visitado otros estadios, como el Nuevo San Mamés, pero ya se ha tomado la decisión de diseñar un nuevo proyecto, que con casi total seguridad, lo dirigirá otro arquitecto, finalizando así el proyecto que Fenwick inició en 2006.
