Vaya por delante que tengo muy presente aquella recomendación que nos hacían en la facultad relativa a no emplear los títulos de películas para encabezar crónicas o columnas de opinión. Que conste. Pero hay veces que nos lo ponen tan a huevo que es imposible resistirse a la tentación. En cualquier caso, los actores aquí tienen mucho menos nivel que Emma Thompson, Kenneth Branagh „eran marido y mujer en la vida real durante el rodaje en 1992„ o Hugh Laurie, que años después nos deleitó dando vida al antisocial y socarrón Doctor House.
Aquí, mientras el presidente ejecutivo está en Requena con los peñistas del sector 12, el fichaje de un jugador realizado a 16.000 kilómetros de distancia se paraliza y nadie sabe muy bien por qué. Ni siquiera dentro del club. Y eso que algunos se están esforzando tanto por agradar a la nueva propiedad que el día menos pensado amanecerán con los ojos rasgados. Pero ni así. Aquí, mientras Deco „hombre fuerte de Mendes en Brasil„ se reúne con dos señores que hace un año no sabían el significado de los apellidos Kempes o Albelda, siguen escapándose fichajes trabajados durante meses por la (otra) dirección deportiva del Valencia. Aquí, los dos centrales titulares de la temporada pasada son pretendidos por grandes de Europa y están locos por la música. Aquí, el entrenador no puede ni ver al secretario técnico. Y viceversa. Por mucho humo y reuniones de postureo que nos quieran vender. Aquí, pese a tener un dueño rico, el único fichaje es Phil Neville, amiguete y socio de la propiedad. Anunciado en plena sobremesa de domingo, por cierto. Para no hacer mucho ruido. Aquí, lamentablemente, hay un despiporre tan evidente y sangrante como la brecha que partió al Titanic en dos.
Desde el entorno presidencial anunciaban como esenciales las reuniones posteriores al ¿fichaje? de Rodrigo Caio. Ya saben, aquel viernes crítico en el que Rufete y Salvo estuvieron a punto de dimitir. O eso dicen. El entorno salvista pregonaba a los cuatro vientos cumbres al más alto nivel en las que se produciría el ajuste de cuentas a Espirito Santo. ¿Ustedes saben algo? Nosotros tampoco. Ni una explicación. Ya no se convocan asambleas mitineras, ni siquiera una mísera rueda de prensa para escenificar treguas de cartón.
Es cierto que el verano no ha hecho más que empezar y restan más de dos meses para realizar capitalizaciones „la transacción económica más grande del fútbol mundial„, pero también lo es que los rivales directos del Valencia le llevan varias incorporaciones de ventaja. Que no son precisamente experimentos con gaseosa. Jackson Martínez, Vietto, Krohn-Delhi? Jugadores referencia y fondo de armario para una temporada de tremenda exigencia. En Mestalla, la pasta ha volado en operaciones extrañas y/o caras „Cancelo, Rodrigo, Negredo„ y, eso sí, renovaciones de futbolistas importantes. Si el club consigue mantener el bloque que finalizó cuarto la temporada pasada será un gran punto de partida. Pero conviene tener en cuenta que la plantilla 2014/15 se queda muy corta para un año Champions. Si el objetivo sigue siendo competir con garantías, Lim va a tener que tirar de chequera y traer fichajes. Intuyo que con la llegada de Phil Neville no va a ser suficiente.
