Sólo cuatro días después de iniciar la pretemporada, y dos en la estadía del equipo en Austria, el Valencia se estrena hoy (18.30 horas) en el primer amistoso de la pretemporada. Lo hace ante el Wiener Sportklub, un modesto equipo que ha finalizado la presente temporada en la duodécima posición de la Tercera División austriaca. El estreno del equipo será en en el Sportklub-Platz de Viena con una capacidad para 7.828 personas. Nunca antes el Valencia se había examinado tan pronto, pero el entrenador del equipo, Nuno Espírito Santo, quiere engrasar la máquina lo antes posible, visto que el equipo se juega su clasificación para la Liga de Campeones entre el 15 el 26 de agosto.

El técnico portugués alineará a todos sus jugadores, los 24, a modo de prueba. Entre ellos a las dos «caras nuevas», Santi Mina y Bakkali. Nuno aprovechó ayer el corrillo inicial del entrenamiento para presentar oficialmente a los dos fichajes a sus compañeros. Los dos están preparados para jugar y para empezar a gustar al entrenador y a una afición que está deseosa de verles en acción. De momento, son las únicas incorporaciones del verano y hay muchas esperanzas depositadas en ellos a pesar de su juventud. Pero el que más ganas de verlos competir es el entrenador. Ayer no les quitó ojo en las dos sesiones de trabajo. Cada uno en una posición.

Nuno dio ayer las primeras pistas sobre dónde los quiere en el equipo. Aunque el mensaje oficial del club es que Bakkali todavía no tiene el sitio asegurado en la plantilla, el belga actuó de interior derecho en uno de los equipos y Mina, en otro, como delantero centro con mucha movilidad y cayendo a bandas. Por lo que se intuye que también podría jugar en cualquiera de los dos costados de ataque del 4-3-3.

Los dos marcaron goles durante los partidos modificados y, sobre todo, los dos recibieron instrucciones de Nuno. El portugués pedía más explosividad a Bakkali por banda. «¡Acelera!». También tuvo órdenes para Mina. «¡Toco y ya estoy mirando arriba, Santi!», le decía. Nuno quiere que el gallego juegue todavía más rápido de lo que lo hacía el año pasado en Vigo.

Mientras, los servicios médicos están muy contentos con el estado físico de Bakkali. La única preocupación es su ritmo de competición. Que le falte esa chispita para competir. Viene de estar prácticamente parado la pasada temporada y, más que nadie, necesita jugar. Hoy lo hará. Son jóvenes, pero se sienten preparados y, sobre todo, tienen ilusión de agradar.

Santi y el propio Bakkali serán el aliciente de un primer amistoso un tanto atípico porque ha sido programado para el segundo día de «stage» en Austria. Aunque es pronto y las piernas pesan, los jugadores entienden que servirá para ir cogiendo ritmo. Nuno no quiere perder el tiempo.