Las manijas del reloj corren y el Valencia está anclado. La prioridad de reforzar la portería no se ha cubierto y la pretemporada avanza. Con Yoel lesionado, fue el novato Jaume Doménech quién tuvo que colocarse bajo palos en los amistosos contra Southampton y Werder Bremen. Las adversidades, a veces, son las que sirven para reclamar con más fuerza necesidades y la lesión de Yoel expuso la obligatoriedad de fichar a un portero. Con el reto de competir en tres competiciones, el Valencia necesita contar con tres porteros de las máximas garantías para poder superar cualquier adversidad que se presente a lo largo del curso. A Alves no se le espera hasta principios de año y, tras tantos meses de inactividad, su reincorporación no será inmediata.

Preocupado por el momentáneo «hueco» que ha dejado el brasileño, Nuno, en la cena del viernes en Salzburgo, le trasladó la necesidad de fichar al propietario del club en presencia de la presidenta Layhoon Chan y el consejero Kim Koh. Nuno quiere que el «refuerzo» conozca pronto a sus compañeros y empiece cuanto antes a adaptarse al grupo y a la forma de jugar de un equipo que juega prácticamente de memoria. Como portero que era en su etapa de jugador, el técnico es consciente de que en esta posición se optimizan las prestaciones si existe una buena comunicación entre el guardameta y la defensa.

Con Diego Alves recuperándose en Brasil y tras las calabazas dadas por Gero Rulli „llegó a confesar a su círculo que iba a jugar en el Valencia, se interesó por la ciudad y Amadeo Salvo lo daba por hecho„, Nuno y Layhoon Chan deben cerrar ya la contratación de un meta porque el mercado se va ajustando. El próximo sábado, si en los próximos días no hay fumata blanca, en el Estadio Nacional de China de Pekín y ante el Bayern de Munich de Pep Guardiola, el examen de Yoel y Doménech va a ser mayúsculo.