«Fuera, fuera», se escuchaba con nitidez desde la grada, «Cancelo más cerca, más cerca», apuntaba. Su voz era inconfundible, demostrando que el «jefe» de la zaga ha vuelto. Otamendi le da un plus al Valencia CF y es algo irrebatible. No para de dar órdenes para evitar cualquier tipo de desajuste, y en algunos duelos ante Aboubakar no fue nada fácil, pero si el esférico le sobrepasaba rápidamente reaccionaba para estirar la pierna con una elasticidad excelsa y anular el peligro.

La voz de mando que asume es un gesto más de la profesionalidad que le caracteriza, es más, mediada la segunda parte Nuno le preguntó a Nico si quería que le cambiara y su respuesta fue: «Estoy OK, míster». Al lado de Mustafi, la dupla de centrales volvió a rendir a un buen nivel, pero se notó la llegada del argentino. A la conclusión del partido, el defensa alemán aseguró que «Otamendi es un gran jugador, espero jugar más con él porque nos entendemos, él sabe en cada momento qué voy a hacer, le conozco bien y tiene toda mi confianza cuando juega». No es extraño que tanto el argentino como el alemán estén en la agenda de varios clubes, de ahí que el Valencia CF considere un éxito retenerles.

En el primer partido tras las vacaciones, Otamendi le dio un plus a la defensa, dirigió la zaga y es un detalle de que no se ha incorporado para cumplir, sino para continuar mandando. Nadie en el club está en condiciones de afirmar hoy que va a seguir sí o sí, pero con su profesionalidad se ha convertido en un ejemplo para sus compañeros y en un problema para el rival, superarle no es fácil.