A pesar de la derrota, el Valencia CF volvió a demostrar que nunca se va a rendir. Sólo era un partido amistoso, queda mucho trabajo por delante pero hay rasgos que no se pueden pasar de puntillas. A diferencia del duelo frente al Oporto se marcaron dos goles, se disfrutaron de ocasiones y lo que faltó fue fortaleza defensiva, justo lo que caracterizó al equipo frente al Oporto. Lo ideal sería meter en una cocktelera los aspectos positivos de los dos partidos, ya que saldría el estilo que se quiere. Pero hay tiempo para pulirlo antes de que llegue la hora de la verdad.

No es fácil apostar por un equipo poco habituado a competir en conjunto, con la dificultad añadida que significa jugar con un sistema táctico (1-3-5-2) al que aún le quedan bastantes horas en el horno para cocerse. El rival no tenía las estrellas del Oporto, pero jugaba, aunque de inicio, optó por la prudencia viendo cómo el balón cruzaba de un lado a otro, pero lejos de la zona de peligro.

Con De Paul disfrazándose de Parejo, bajando a recibir el esférico, en ocasiones cometía el error que ya ha corregido Dani, lo que ponía el corazón en un puño a los defensas, retrocediendo unos metros para agrandarse en un contragolpe con superioridad local. No se debe perder el balón cuando se inicia la jugada, porque es un riesgo mayúsculo. Esta situación ha originado múltiples debates sobre la conveniencia o no del sistema, ya que algunos jugadores tienen la sensación de que se asumen muchos riesgos. En ello se está trabajando. Pero perder el balón mientras se sale al ataque€ es casi un suicidio. Pero curiosamente, los goles del Colonia no llegaron precisamente así; en el primero el «necesita mejorar» se puso a la hora de lidiar duelos individuales al borde del área, el segundo «necesita mejor» se fijó en el juego defensivo a balón parado. Ni se supo sujetar a Vogt en un remate claro, ni a Jaume le alcanzó la estirada en una falta directa. El «Plan B» necesita pulirse, aunque a la hora de realizar una valoración más justa se tiene que tener en cuenta quién asumió el papel.

Una mala defensa, errores en la salida del juego, malas entregas€ Al Valencia CF hay que exigirle más, Nuno lo sabe. Pero su plan se cumplió en Alemania. Y a falta de ultimar el equipo titular que disputará la previa de la Champions, hay jugadores que se niegan a asumir su papel secundario. Javi Fuego, autor del primer gol blanquinegro, también demostró su excelente lectura de juego con un pase kilométrico que Negredo se resistía a desaprovechar. El «Tiburón» prolongó de primeras con su pierna el pase, dejando para la hemeroteca una auténtica obra de arte. Es positivo que Álvaro comience a sumar goles, aunque a estas alturas sólo sea en partidos amistosos. Antes tuvo un remate que escupió el travesaño. Y peleó todo el partido. Poco a poco se va percibiendo la mejoría.

Cuando juegan dos delanteros, estos no pueden limitarse a atacar o a esperar un buen centro para el remate. Es importante descolgarse para hacer de «pivote», ayudando a llevar el esférico al ataque. Negredo y Mina jugaron bien de espaldas, pero era ahí cuando debían activarse los extremos, y a pesar de los kilómetros que se hizo Feghouli o de la velocidad de Bakkali, no sirvió para batir al meta Kessler. La profundidad que le daban al equipo, sobre todo el argelino, no siempre era correspondida, situación que le desesperó.

Ya con el 3-2 en el marcador, a pesar de la desesperación que provocaba el árbitro con sus decisiones, estuvo cerca el empate, con un remate de cabeza de Negredo exento de potencia. Otra variante que quiso probar Nuno era ver a Santi Mina por la banda izquierda, con Alcácer y Negredo como hombres más adelantados. El gallego utilizaba su velocidad con espacios por delante para desafiar a los defensas, y en una de sus cabalgadas casi logran su propósito, pero su pase le llegó demasiado forzado a Paco Alcácer, cuyo disparo lo repelió el meta local. Las ocasiones que faltaron ante el Oporto se crearon ante un rival de menor entidad como el Colonia, pero ahí faltó ser más fuertes atrás. Vezo no estuvo fino, a Diallo le tocó rectificar muchas veces, a Orban le llegaban en oleadas.

En un partido como el de ayer lo de menos es el resultado, ya que se priorizan aspectos como la preparación física y el duro trabajo táctico. A todos les gusta ganar, de ahí que la plantilla no bajó los brazos en ningún momento y peleó por el empate hasta el final. Nuno insistió al descanso en que debían luchar hasta el último instante, a pesar de que en ocasiones, era difícil no caer en la desesperación por las decisiones arbitrales. Nuno se enfadó mucho, sobre el césped también, ya que cuando había una mínima duda en un duelo individual€ la falta siempre se señalaba a favor del cuadro local. De Paul acabó desesperado y hasta tuvo que intervenir Mustafi para conversar con él en alemán y pedirle mayor igualdad en las decisiones.

Nuno también vio cómo su apuesta para ser el «segundo» portero hasta la recuperación de Diego Alves le correspondía sacando dos balones muy peligrosos. Jaume Doménech ha adelantado a Diego Alves, por lo que Yoel se quedó sin jugar. Otra señal del Valencia CF que quiere el entrenador portugués. La decisión está tomada, igual como la apuesta por un 1-3-5-2 con la que se quiere complementar el clásico 1-4-3-3- porque se cree que el rival puede sufrir mucho más.