La salida de Nicolás Otamendi tiene una urgente lectura deportiva. El Valencia pierde a su defensa más preciado a pocos días de una eliminatoria de la que dependerá la suerte de toda una temporada.

Un contratiempo a todas luces, sobre todo para el duelo de ida en Mestalla, ya que la lógica supone que no se podrá contar con Eliaquim Mangala hasta el duelo de vuelta, tras completar una semana de entrenamientos. Todas las miradas van hacia Rubén Vezo. El central portugués, habitual suplente, se erige como el principal sustituto de una defensa que hasta la fecha prácticamente se ha recitado de memoria.

Desde las primeras pruebas sin Otamendi, el pasado jueves en el amistoso ante el Mestalla, Nuno ha contado con Vezo entre los titulares. A pesar de no contar con muchos minutos, la exigente reválida no será nueva para el defensa luso, que la temporada pasada ya arrancó con un papel protagonista en las primeras jornadas de Liga. Por aquel entonces, Vezo aguantó en la titularidad por la llegada tardía de Shkodran Mustafi „que ganó la Copa del Mundo con Alemania y posteriormente se lesionó„. Sucedió en las primeras cuatro jornadas de Liga, en las que el Valencia arrancó como un tiro el campeonato tras empatar en Sevilla y ganar cómodamente sobre Málaga, Espanyol y Getafe. Habrá que estar atento en los últimos dos entrenamientos por si Nuno mantiene ese 4-3-3 con Vezo, incorpora al zurdo Orban o incrusta a Enzo Pérez para formar una defensa de cinco.