Si hay una posición sobre el césped que requiere más que otra comenzar bien, esa es la de portero. Es un rol que más allá de regirse por reglas distintas a las del resto de compañeros, está alumbrado por los focos en todo momento como paso previo al gol. Y Mathew Ryan, en su carta de presentación oficial en Mestalla, estuvo de sobresaliente. Nacido en Australia, aparte de la mano prodigiosa que desvió lo justo para ser atraído por el palo a disparo de Bernardo Silva, transmitió una sensación de seguridad, pero el rasgo que más llamó la atención tanto en la grada como a los jugadores del AS Mónaco fue la valentía en las salidas. Ryan no se caracteriza precisamente por su estatura ni tampoco muy fibroso, pero calcula bien las distancias y es decidido a la hora de afrontar los balones aéreos, dotándole así al Valencia CF de una gran seguridad. Sin unas condiciones físicas que sobresalen, ¿cuál es el secreto para brillar? Su pasado en el fútbol australiano.
La importancia que la práctica del deporte tiene en Australia llevó al actual futbolista blanquinegro a probar en varias disciplinas, pero el fútbol australiano le permite a día de hoy ser un seguro en el juego aéreo. Ryan se fogueó en su infancia peleando por ganar a sus rivales todas las disputas aéreas del balón ovalado, en un deporte con similitudes al rugby, y ahora lo pone en práctica en beneficio del Valencia CF, club que le hizo un contrato largo por seis temporadas, al considerarle un cancerbero con proyección de futuro.
Tras la temporada brillante de Diego Alves, todos los focos se pusieron en quién iba a ser su sustituto. Yoel y Jaume se resisten a tener un rol secundario, pero Nuno quería contar con un guardameta que diera al equipo tranquilidad, como de momento está dando Ryan. No tiene la experiencia ni un currículo tan brillante como otros nombres por los que el club preguntó, pero la solvencia está quedando patente. Un partido a gran nivel no es suficiente, pero el propio cancerbero „protagonista tras su debut en una televisión de su país„ reconoció que necesitaba una parada de mérito: «Estaba un poco decepcionado porque hasta ahora no se habían dado partidos en los que sintiera que era importante. Estaba buscando ese momento crucial en el que poder marcar la diferencia». Y luego entró a valorar la parada de la noche: «Fue un momento terrorífico. De hecho, me sorprendí a mi mismo porque pensé que el balón me había superado. Cuando me di cuenta que lo había desviado me revolví para ver si había sido suficiente y vi como el balón rebotó en el poste. Después tuvimos suerte y el balón pasó entre dos de sus jugadores. Otro día podría haberle caído a alguno de ellos fácilmente».
Aún tiene muchos aspectos que mejorar, y cuando tenga fluidez para comunicarse con la zaga irá progresando. El primer paso y difícil, como era el de rendir a un buen nivel en tu debut oficial, ya está dado, por lo que ahora Ryan debe mantener el nivel que llevó a Nuno a ficharle. En los momentos en los que el AS Mónaco encerró al Valencia CF en su área, el meta australiano se mostró bastante sereno, por lo que aunque lamentó encajar un gol, abandonó Mestalla con una sonrisa.
