Aderllan Santos no se conoce la historia del Valencia CF, pero sí tiene capítulos interiorizados. Apasionado de la Play Station, el central brasileño apostaba en su adolescencia por jugar como blanquinegro. Así conoció a los Ayala, Angulo, Ricardo Oliveira, Angulo, Rufete, Albelda? Desde Brasil, Santos conocía a algunos jugadores, aunque fue el delantero Ronaldo su ídolo. Uno fue delantero, pero el físico de Santos le llevó a ser defensa central. Poco a poco, desde los cuatro o cinco años en los que se empeñó en ser futbolista, perseguía alcanzar la élite de un deporte que le exigió mucho sufrimiento. Siempre quiso llamar la atención, su meta era alcanzar el fútbol en Europa, y el Valencia CF, como él mismo confiesa a Levante-EMV, «era un equipo que admiraba». «Conocía el campeonato español, el Barcelona por Ronaldo, mi ídolo, pero en la Play Station jugaba con el Valencia», explica el joven futbolista de Salgueiro, Pernanmbuco.
Santos comenzó a despuntar en el complicado mundo del fútbol, y a darse cuenta de que era uno de los elegidos para triunfar en este deporte, cuando apenas contaba con 15 años. Entonces, su trayectoria, lejos de ser meteórica „esas que suelen acabar estrelladas„ siempre se basó en el «paso a paso». La constancia y la paciencia fueron las fieles acompañantes de su trabajo diario. Así, su carrera sobre los terrenos de juego brasileños se fue llenando de experiencias que le impulsaron a crecer como futbolista. Hasta que llegó a el momento de viajar hacia un club europeo, el Braga. «Nunca pensé en ser futbolista, hablé de ser médico. Pero siempre quería jugar a fútbol, desde los cuatro o cinco años. Yo quería jugar para salir. En el Salgueiro, donde solo hice cuatro cinco faltas, pensaba que salir cedido era dar un paso atrás, pero di dos pasos al frente yendo a Portugal», rememora sobre su viaje desde el otro lado del océano el flamante central del Valencia CF.
Aderllan Santos es consciente de que llegar a formar parte de un club como el de Mestalla no es un regalo, sino un premio al esfuerzo silencioso de muchos años. «Se sufre para llegar a la élite», asegura. «Recuerdo todos los discursos que hice desde pequeño, cuando me entrenaba hace seis o siete años para mi presentación con un club. Me miraba en el espejo, ensayaba y hablaba ante el espejo para prepararme para cuando me fueran a presentar en un club de élite», confiesa. «Todo eso fue un aprendizaje grande. Hubo un momento en el que me di cuenta de que estaba preparado», apunta Santos.
Respecto a su personalidad fuera del campo, el defensa subraya la importancia que para él tiene la religión. «Me considero muy religioso, muy católico. Creo que fue una de las cosas que me llevaron aquí: la fe. Nunca dejé de creer y me ayudó mucho. Nunca dejé de creer, aunque haya días menos buenos», advierte el futbolista brasileño.
Otro de los pilares vitales de Aderllan se cimenta sobre la familia. «Ahora aún no, porque terminé una casa para mi madre y ahora debo hacer mi carrera, para luego quiero ayudar a mi familia. Mi carrera es corta y quiero ayudar a todos los que están a mi alrededor. Mi mujer y mi hijo van a estar conmigo en Valencia», responde el central, que ya no tendrá que recurrir a la Play Station para jugar con el Valencia CF.
