No sé bien en qué medida hablar de aspectos vinculados con mi profesión y el fútbol y no exclusivamente sobre el deporte de la pelota es un escrito correcto para este extraordinario suplemento. Si no lo es les pido por adelantado disculpas. Quiero que quede claro que no hablo por boca de nadie más que de mi, y que por tanto no me considero facultado para hablar en boca de todo un gremio.
El caso es que pedir un beneficio para el colectivo partiendo de la solidaridad me parece hasta arriesgado teniendo en cuenta los tiempos que corren y cómo hemos llegado a permitir los periodistas que esté montado el cotarro.
Pedir por el colectivo cuando en lo individual bastante tienes con hacer tu faena (que suele ser el doble que la que te debería de tocar con la mitad del sueldo y de medios que deberías tener „eso en el Periodismo y en cualquier trabajo hoy en día„) puede parecer una utopía anacrónica. Pero igual que me asquea la difusión en televisión de imágenes morbosas que no añaden nada al tratamiento informativo de la tragedia vivida en el rally de A Coruña porque alguno en un despacho lo ha decidido, soy consciente que el subordinado no puede hacer más que callar y poner cara de ejecutar «la brillante» idea de su jefe. No está el mercado laboral para heroicidades.
De ese ocuparse de uno mismo aquí y ahora se viene beneficiando de manera especialmente sustanciosa la LFP de Tebas, y hay una parte que es culpa nuestra, del gremio.
Las teles de este país están poniendo el grito en el cielo porque la LFP ha decidido otorgar los resúmenes de los partidos de primera en exclusiva a TVE a cambio de un pastón dejando al resto de canales la opción de emitir unos resúmenes ridículos por la limitación de la extensión temporal de los mismos.
Otra ocasión en la que el presidente de la liga se «cisca» en la Constitución española, concretamente en el artículo 20. Tienen por tanto razón en su queja. He ahí nuestra culpa. Cuando Tebas le pidió a las radios el PIB de Qatar por entrar a los campos a trabajar, muchas teles miraron para otro lado „algún periodista de ciertos canales de TV aplaudió la medida„. Craso error. Al final a la LFP le salió el tiro por la culata. Las radios hemos acabado pagando, pero no la barbaridad que se pedía. Y de algún sitio había que sacar el dinero. En modo de bumerán, la voracidad recaudatoria de Tebas ha ido hacia las teles.
Y aunque soy consciente que ya tenemos cada uno bastante con lo nuestro en el día a día, mal haría la prensa escrita en mirar hacia otro lado esta vez también. Porque los próximos a los que les van a querer cobrar por trabajar en la LFP van a ser los periódicos. Al tiempo.
