André Villas-Boas se formó en el Oporto, club en el que jugó Nuno, Rui Silva era ojeador en el equipo luso, y Antonio Dias fue readaptador y preparador físico de ese conjunto. El próximo miércoles, con la visita del Zenit en el primer partido de la fase de grupos de la Champions, todos van a volver a encontrarse y predominará el portugués en la zona de vestuarios. Pero si uno de ellos conoce bien cómo trabaja el actual técnico del equipo ruso es Antonio Dias, que formó parte del cuerpo técnico del Oporto de Villas-Boas, una temporada mágica que concluyó celebrando un póker de títulos. Y antes del partido, se convierte en el espía del rival.

El actual preparador físico del Valencia CF llegó al primer equipo del Oporto en 2005, justo cuando Mourinho se fue tras ganar la Champions que forma parte del currículo de Nuno, cubriendo en total ocho temporadas. Y en la campaña 2010/11, Villas-Boas asumió la dirección técnica en sustitución de Jesualdo Ferreira. Rui Silva „ayudante de Nuno„ llegó a estar unos días con él, pero la relación con Antonio Dias se estiró más en el tiempo, aparte de ser un año inolvidable. Prácticamente se ganó todo, levantando cuatro títulos y arrasando desde el primer día, conquistando la Supercopa de Portugal. Luego llegó la Liga, la Europa League y como colofón la Copa de Portugal. En la plantilla había jugadores de primer nivel, pero si algo logró crear el actual entrenador del Zenit fue un grupo de trabajo que conectó muy bien desde el primer día, siempre dispuestos a escuchar al compañero y poner todos los puntos de vista en una cesta que les llevó al éxito. A Villas-Boas y su segundo técnico, Víctor Pereira (actualmente en el Fenerbahce), les gustaba siempre tomar las decisiones en común, de ahí que se abrieran mucho al diálogo. Pero si por algo se caracterizó André en aquella época, un técnico que cogió al primer equipo del Oporto con sólo 33 años, fue por la energía que transmitía al resto, así como su presencia en los entrenamientos. Con ello no se limitaba a dar órdenes e imponer su opinión, su objetivo era estar mucho tiempo sobre el césped para tener feedback con su gente, ya que siempre se ha caracterizado por tener una gran capacidad para delegar en la gente, confiaba mucho en ella y eso lo veía como una situación de la que iba a beneficiarse él.

Con las ideas muy claras alcanzó el éxito rápidamente. Sus métodos de trabajo eran claros, sabía qué buscaba en cada ejercicio y cómo quería trabajar, generando así una energía muy positiva.

El papel de Antonio Dias con el actual entrenador del Zenit era la de readaptador, proceso intermedio que cubre un jugador una vez está apunto de recuperarse de una lesión y antes de entrar a competir. Hubo una conexión entre los dos muy buena, una química que les guió al éxito. Sus métodos de trabajo consistían en integrar todas las facetas que debe trabajar un jugador, dominando la faceta táctica, física, técnica e incluso psicológica. Todo de una forma conjunta ya que es lo que luego se pone en escena el día de los partidos. Pero con una exigencia máxima. Este próximo miércoles se producirá el reencuentro, aunque a principio de año ya disputaron un amistoso donde recordaron viejos tiempos.