Comenzaré siendo impopular. No me puede parecer malo el técnico que ha conseguido el récord de puntos del Valencia en la Liga con la plantilla más joven del aquel campeonato. Iré más lejos. No creo en las destituciones de entrenadores en medio de una temporada. No suelen arreglar nada. Sólo me manifesté a favor de una, y porque era evidente y manifiesta la incapacidad para hacerse cargo de la situación (Djukic hace dos temporadas). Dicho esto, cierto es que Nuno está recogiendo una parte de las consecuencias de sus decisiones. Todos sabemos lo que ocurrió este verano, y que a partir de ahí cambió todo para el luso. Aquel que salía al centro del campo a saludar junto con su equipo tras cada victoria, aquel que pidió a la afición recibimiento en Mestalla para el autobús de los suyos tras ganar en El Madrigal, se encuentra en una tesitura diametralmente opuesta.
Nuno ha medido bastante mal las situaciones derivadas de su poder omnímodo. Hacer un «Juan Soler» y cargarse al presidente y al mánager deportivo (recuerden que Soler lo hizo con Jaume Ortí), le está saliendo bien caro.
No sé si en Madrid (ciudad a la que mediáticamente le tiene mucha querencia el actual entrenador) le podrán explicar esto. Pero ganarse a Mestalla pasa a veces por mostrarse abierto y cercano. Y la mejor muestra la tuvo el sábado con Joaquín. El andaluz no triunfó en el Valencia, pero supo ganarse el respeto y el corazón de la afición que lo ovacionó en su vuelta. Y por encima de todo esto, está el fútbol. Porque por mucho que la gente le tenga ganas a Nuno „y se las tiene„, está el poco fútbol que ahora tiene el equipo. Lo que más me preocupa es que el Valencia no hizo nada imprevisible para tumbar a un Betis con diez durante 43 minutos. O sea que la secuencia del balón portero-central-pivote-interior (o lateral según pudiera doblar), e intento de centro fue todo lo que ofreció el equipo durante 90 minutos. Y hasta ahí€
Quizá eso sea lo más preocupante. La falta de argumentos con la pelota que está exhibiendo el equipo es lo que debería alarmar. Que Negredo se quede fuera de una convocatoria, mosquea. Que Barragán juegue un partido propenso a tu dominio (ante el Betis) y Cancelo lo hiciera el día que debías tener más precauciones defensivas (ante el Zenit) son decisiones del entrenador y como tal hay que tomarlas. Pero la falta de recursos con el balón para buscar la portería contraria, sí me parece que debería preocupar a Nuno€ Y a sus jugadores. Que son los que han de meter la pelotita. No el entrenador. Él, no salta a jugar.
