El Valencia necesitaba ganar al Granada para calmar los ánimos de la afición y darle confianza al vestuario después de unas semanas muy complicadas. El ambiente está enrarecido en Mestalla y eso no es nada bueno. Aunque yo viví una época maravillosa en el Valencia, con una afición de «10», sé que la gente es muy exigente. Y había llegado un momento en el que el equipo tenía que ganar sí o sí. Es verdad que no jugó muy bien, pero el triunfo resulta fundamental para encarar lo que viene, empezando por el partido de la Champions ante el Olympique.
Que se perdiera ante el Zenit en el primer partido es hasta cierto punto normal, porque estamos en la Champions. Aunque suene a tópico, todos los equipos son muy fuertes en la Liga de Campeones. El problema es que todo el mundo daba por favorito de su grupo al Valencia y en esta competición hay que tener mucho respeto a todos los rivales. Después del sorteo, durante días leía en las redes sociales que el Valencia iba a pasar como campeón de grupo y no es tan fácil. Para empezar, hay que clasificarse.
Yo veo al Olympique de Lyon como el rival más fuerte del grupo. Creo que es, con el Valencia, el mejor equipo, por lo que el partido en Francia va a ser una auténtica prueba de fuego para el equipo de Nuno, pues se juega mucho. Hay un dato para el optimismo que hay que tener en cuenta. El hecho de que el Olympique empatara el primer partido con el Gent (1-1) es muy bueno para el Valencia, pues aún tiene muchísimas posibilidades de ser primero de grupo, pues depende de él en todo. Si ganase en Lyon, de repente puede situarse como líder si el Zenit no suma los tres puntos. Los jugadores tienen que tener en mente que queda mucho por jugarse y que ahora mismo dependen de ellos mismos para estar arriba y conseguir la clasificación para octavos de final.
No puedo decirlo porque no lo sé, pero supongo que Nuno volverá a hacer rotaciones en este partido. Con tanto frentes abiertos, es necesario que vayan jugando todos. El equipo necesita ir rotando para no desgastarse. Lo que hay que hacer es tener paciencia y que los futbolistas vayan adquiriendo confianza.
De los fichajes de esta temporada todavía hay cosas por definirse, pero el que más me gustó el otro día ante el Granada fue Bakkali. Vi al equipo con cierta ansiedad al principio, pero es normal en la situación en la que llegaba al partido. Eso sí, cuando Mustafi marcó el gol se produjo una liberación general en el campo y en la grada. El tanto del alemán fue tranquilizador. Me sorprendió el Granada, ya que propuso un fútbol de toque y metió al Valencia en problemas. El equipo de Nuno se sintió incómodo a ratos. Pero, en general, fue mejor que los granadinos.
En la delantera, se comprobó que Negredo y Alcácer son compatibles en el campo, que pueden jugar juntos y está bien que vayan teniendo su momento. Se pueden compaginar muy bien.
Me gustó mucho Jaume. Su incorporación al equipo es muy saludable. Que un chico joven, que acaba de debutar, esté rindiendo tan bien es muy positivo. El Valencia necesita que el chaval asumiera la responsabilidad y lo ha hecho.
El centro del campo está supeditado a la baja de André Gomes. En esa posición de mediocentro más adelantado, lo hace a la perfección. Su último pase y su llegada es una de las grandes virtudes del equipo. Lo que no está haciendo Nuno es esconderse a nivel ofensivo.
