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Off the record

Meriton cotiza al alza

Tantos meses reclamando al Valencia que encontrara una figura encargada de comunicar al entorno la hoja de ruta de Meriton y resulta que la teníamos en la Avenida de Suecia

Meriton cotiza al alza

Allí, entre balances, planes de negocio e informes de los diferentes departamentos, estaba la presidenta ejecutiva. La comparecencia de prensa de Layhoon el pasado miércoles „no solo por el anuncio de la ampliación de capital, que también„ otorga a la cúpula del club de Mestalla una cuota de credibilidad que no tenía hace unos días. Al menos para quien escribe.

Sin haber consultado a cada uno de los valencianistas a pie de urna, tengo para mí que apariciones públicas como la que nos ocupa genera el siguiente efecto entre los diferentes sectores de la afición: quienes ya creían en el nuevo régimen, se sienten reforzados en su posición. Los escépticos y/o indecisos tienen un motivo de peso para confiar en Peter Lim. Para los críticos, la fotografía de la realidad cambia de forma sustancial. Porque, aunque sigan produciéndose situaciones manifiestamente mejorables o con las que discrepar, el accionista mayoritario ya ha puesto en el club 100 millones de euros que podría no recuperar. Y además, quizá tan importante como la inyección económica realizada por el magnate singapurés, la entidad cambia opacidad por explicaciones. Otra cuestión sería si esos argumentos son o no convincentes, pero al menos hay respuestas institucionales a preguntas muy concretas. Que es de lo que se trata.

Porque a usted le podrá parecer mejor o peor que el Valencia se pasee por la Champions League sin un main sponsor que llevarse al pecho, pero al menos ya sabe por qué no se ha firmado con ninguna marca. Hubo una oferta que económicamente no satisfacía y además ataba al club de pies y manos para varias temporadas. Porque a usted le podrá parecer mejor o peor que, a menos de tres meses de poder firmar con cualquier equipo y marcharse libre, Sofiane Feghouli siga sin haber renovado. Pero al menos ya sabe que para Layhoon es un jugador determinante y que el consejo de administración va a realizar un esfuerzo económico para retener al futbolista y que amplíe su contrato. Porque a usted le podrá parecer mejor o peor que el futuro estadio de Mestalla continúe ahí, desolado, inerte, carente de operarios, pero al menos ya sabe por qué no se han reiniciado las obras. Meriton no pretende finalizar el diseño proyectado en el pasado sino generar uno diferente que se adapte mejor a las posibilidades de la entidad. Mantiene sus consultas a diferentes arquitectos y, muy significativo, otorga la prioridad a construir un equipo potente capaz de atraer a más de 70.000 personas a un estadio antes que edificar un palacio pagado a precio de oro para que luego esté semivacío. La argumentación es demoledora, aunque conviene no olvidar que en el plan de negocio planteado por Lim a Bankia (plan de negocio que la entidad bancaria consideró en su día sólido y creíble) antes de firmar el acuerdo de venta definitivo, finalizar el futuro Mestalla suponía la piedra angular en la creación de riqueza del Valencia. A corto plazo.

Hay un aspecto, eso sí, en el que por mucho espíritu constructivo que uno pretenda emplear, es complicado comulgar con las ideas que defiende Layhoon. La planificación deportiva de una entidad que ha invertido 212 millones de euros en fichajes desde el desembarco singapurés no puede depender exclusivamente de la presidenta ejecutiva, de Peter Lim y de Nuno Espirito Santo. Los dos primeros, porque no tienen el bagaje futbolístico adecuado que ellos mismos exigirían a un director financiero o de marketing que pretendiera formar parte de su equipo de trabajo. No imagino a Layhoon consintiendo que Javi Fuego se sentara en la mesa de negociación con Bankia para determinar cuestiones económicas. El tercero, porque debe esforzarse 25 horas al día en extraer todo el rendimiento de una gran plantilla. El Valencia necesita una dirección deportiva en condiciones. Con un presupuesto a la altura de la entidad para hacer scouting, con un dispositivo de especialistas expertos en diferentes mercados potentes o emergentes, sin ningún tipo de ligazón ni dependencia de ninguna agencia de representación en concreto. Solo así conseguiría el Valencia desprenderse de ese tinte Gestifute que ha impregnado los pasillos del club desde 2014.

Discrepancias, creo, que deben ser interpretadas por la dirigencia como necesarias y enriquecedoras para su gestión diaria. Críticas constructivas a un grupo de ejecutivos que debuta en el fútbol al primer nivel. Nada más que eso. Porque en la esencia, en la preocupación por el futuro del Valencia y la dedicación para que nunca más tengamos que escuchar las palabras ´concurso de acreedores´ parece que Meriton y los escépticos estábamos más cerca de lo que creíamos. Sin necesidad de pancartas ni agitación en redes sociales. Con su discurso limpio, brillante y creíble, Layhoon se metió en el maletín a buena parte del valencianismo, incluso al más descreído.

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