Cuando quedan tantas preguntas tras un partido como el de ayer del Valencia CF en San Mamés es porque hay pocas certezas. En definitiva, demasiadas dudas.
Quizá sea la única realidad. El Valencia es ahora un equipo tan lleno de dudas como carente de respuestas tangibles. Pese a adelantarse en el marcador, el equipo sólo dejó ayer como positivo en terreno bilbaíno el gol de Parejo de falta y algunas paradas de Jaume. Poco bagaje, muy escaso y además evidentemente insuficiente.
Lo peor de todo „y mira que el partido de ayer deja pocos detalles positivos sobre este equipo„ es que el Athletic no sorprendió en el modus operandi de la fabricación de su victoria. El Athletic ganó al Valencia jugando a ser el Athletic. Nada más, no hubo ninguna variación táctica con la que Valverde sorprendiera a Nuno. Y lo que es más triste aún, no le hizo falta.
Un gol de córner, otro tras un saque en largo de Iraizoz y un tercero tras un error en la entrega de Javi Fuego. El equipo fue tan blandito que difícilmente podía plantar cara a un Athletic que tras las palabras de su entrenador es evidente que priorizó tanto este encuentro como el Valencia priorizó el de Lyon.
¿Porqué el Valencia ha perdido contundencia atrás? ¿Porqué el medio campo desaparece? ¿Porqué arriba ya no llegan balones? ¿Porqué Alcácer parece condenado eternamente a la suplencia? ¿Dónde está el Negredo del City? (su partido en Bilbao merece un serio debate) ¿Por qué De Paul no tiene más oportunidades? ¿ Qué ha hecho Rodrigo para seguir gozando de minutos? ¿Porqué arriba también se ha perdido la puntería? ¿Cuántos futbolistas distan un abismo del rendimiento que alcanzaron la temporada anterior? ¿Hay algún plan de juego además de llevar el balón volcado hacia los costados para buscar centros? ¿El equipo tiene un tono físico adecuado para dar la cara? ¿Si esto está ocurriendo ante rivales de las zonas más bajas de la tabla „el Athletic hasta ayer era el tercero por la cola„, qué ocurrirá cuando lleguen los partidos ante los de arriba?
Demasiadas preguntas sin respuesta en un equipo cuya dinámica arroja una preocupante realidad: las victorias casi no despejan dudas, y las derrotas las multiplican. Excesivas incógnitas. Lo de ayer vuelve a dejar a Nuno en la picota.
El parón, me temo, se va a hacer muy largo. A ver si se aprovecha para despejar alguno de estos interrogantes.
